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Celebración profética


Esta obra de Eli Wiesel (Sígueme, 2009) es recensionada por Federico Pastor Ramos.

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Celebración profética. Personajes y leyendas del antiguo Israel

Autor: Eli Wiesel

Editorial: Sígueme

Ciudad: Salamanca

Páginas: 320


(Federico Pastor-Ramos) Hay libros que necesitan más que otros una presentación, una explicitación de sus presupuestos, perspectivas y claves para comprenderlos adecuadamente. A mi juicio –¡salvo mejor opinión!–, nos encontramos ante uno de ellos, como por lo general ocurre con la literatura más típicamente judía y aun rabínica.

Elie Wiesel, superviviente, testigo del Holocausto y premio Nobel de la Paz en 1986, nos ofrece otra de sus obras consagradas a la cultura y religiosidad judías.

En ésta, como se dice en el subtítulo, son personajes judíos los que ofrecen la base para las reflexiones del autor. Pero no cualesquiera, sino figuras bíblicas importantes, desde Noé pasando por patriarcas y matriarcas, Moisés y Aarón, otros actores del Éxodo, jueces y profetas, líderes judíos y algunas mujeres como Miriam, Rut y Ester, hasta un total de 18. Algunas de tales reflexiones (sobre Sara y Agar, la mujer de Lot, Miriam la hermana de Moisés, Nadab y Abihú Sansón e Isaías) habían aparecido, sin cambios o con cambios muy pequeños, en otro volumen anterior, Los sabios y sus historias (Madrid, 2005), que traduje del inglés para PPC. Es, pues, materia que me resulta familiar.

No se trata de biografías de los personajes, sino de meditaciones al estilo rabínico sobre algunos datos que se refieren a ellos en la Biblia  hebrea y en las tradiciones rabínicas.

Quienes no conozcan, o conozcan poco, la interpretación y uso tradicionales, al estilo rabínico, de la Sagrada Escritura, y no tengan contacto con las escasas comunidades judías practicantes que existen entre nosotros, tienen en este volumen una buena oportunidad de acercarse a ese mundo y hacerse una idea personal de sus características. En efecto, no es tan sencillo, aun para el lector interesado en temas bíblicos y afines pero no muy especializado, el acceder a lecturas tan específicas y que parten de unos presupuestos que resultan bastante ajenos a muchas personas. Por eso, la bienvenida a libros como éste.

Fuentes usadas

Se puede conocer, leyendo libros así, el estilo interpretativo y de comentario bíblico propio de la tradición rabínica, del Midrás y del Talmud, citados abundantemente, amén de algunas breves alusiones a la Cábala, y hasta al mismo Zohar. Ésas son las fuentes que más usa Wiesel y que han marcado su propia forma de hablar de la Biblia, además de otras leyendas judías modernas (por ejemplo, pp. 184-189).

Podría decirse que la perspectiva y estilo de este libro son una prolongación actual de lo judío tradicional. Entre las características destacables, figuran la lectura literalista del texto bíblico y una profunda religiosidad. El autor conoce la crítica moderna y es capaz de hacerla, como muestra en la página 301 sobre Ester, pero prefiere el talante midrásico, tan presente en las seculares tradiciones judías.

La lectura interpretativa que he encontrado en esta obra, en mi opinión, ayuda poco al lector moderno no judío y no especializado para una comprensión de la Sagrada Escritura. Porque no usa los parámetros críticos actuales y desorientará a no pocos lectores. No plantear la historicidad de las narraciones patriarcales, o de Sansón, Josué y/o Rut, por ejemplo, sino suponerla de algún modo y construir la interpretación desde tal presupuesto, será un testimonio de la forma rabínica de leer la Biblia, con todo lo que ello aporta, pero su contribución a un conocimiento de la Escritura relativamente objetivo en su sentido de veras literal para el lector moderno no es muy grande. Dígase lo mismo de lo relativo a géneros literarios, etc. La interpretación mencionada no es literal, sino literalista. Y tiene un valor limitado.

No se trata de que toda interpretación de la Biblia haya de ser de una única y determinada manera, pero del mismo modo que no se pueden ignorar los avances científicos en las demás ciencias, tampoco en la hermenéutica bíblica, so pena de quedarse obsoletos y lejos del mundo moderno.

Y otra nota final: tampoco se puede pasar por alto el trasfondo del Holocausto, aludido al comienzo de estas líneas, que Wiesel, de forma discreta, recuerda en algunos momentos de su obra.

En el nº 2.689 de Vida Nueva.

Actualizado
30/12/2009 | 08:33
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