El agradecimiento de Parolin a los sacerdotes: “Ofrecen diariamente su vida, entregándose a la causa del Evangelio”

El secretario de Estado del Vaticano ha presidido la misa de apertura del Congreso Internacional sobre la formación permanente de los curas

Pietro Parolin

El cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado del Vaticano, expresó su gratitud a tantos sacerdotes que “ofrecen diariamente su vida, entregándose a la causa del Evangelio, a menudo en el silencio de la siembra humilde y paciente, a veces en la dolorosa soledad de la incomprensión”. Lo ha hecho, tal como recoge Vatican News, en la misa celebrada en el altar de la Cátedra de la Basílica Vaticana, con motivo de la apertura del Congreso Internacional sobre la formación permanente de los sacerdotes. El encuentro, que finalizará el sábado 10, está promovido por el Dicasterio para el Clero en colaboración con los Dicasterios para la Evangelización – Sección para la primera evangelización y las nuevas Iglesias particulares, y para las Iglesias orientales.



En su homilía, el cardenal destacó cómo muchos sacerdotes en algunos contextos experimentan “incluso la indiferencia o la hostilidad de la persecución, pero llevando siempre en el corazón el asombro de una fe que, cada día, se regenera en la fuente del amor de Cristo para luego fluir y esparcirse como agua viva en el ejercicio del ministerio pastoral”.

El sacerdote, subrayó el Secretario de Estado, es “un discípulo que se propuso seguir al Señor” y, después de aceptar con alegría su llamada, “se sumerge en la historia del Pueblo de Dios como intercesor”. Acompañar a los “encomendados a él y convertirse para ellos en Evangelio vivo, signo e instrumento del amor misericordioso del Padre”.

Vivir como él

Unidos a Cristo, añadió, los sacerdotes “están llamados a vivir como Él”, es decir, “no haciendo alarde del privilegio de la llamada y del papel recibido, sino sumiéndose en el corazón de la humanidad herida, oprimida y necesitada”. Intercediendo ante el Padre en favor del pueblo, observó Parolin, «con las manos levantadas hacia el cielo y al mismo tiempo inclinadas hacia la tierra para lavar los pies de sus hermanos, anunciándoles la Palabra que salva, partiendo para ellos el pan de vida eterna, acompañándolos y guiándolos en su camino”.

El Secretario de Estado subrayó también ques necesario “renovar con entusiasmo el compromiso de la formación permanente”, que se basa ante todo “en el cuidado de la relación personal con el Señor y es siempre un camino de comunión”. . De hecho, añadió, en la oración solemne de Salomón, extraída del primer libro de los Reyes, el propio monarca puede interceder ante el pueblo sólo porque “levanta las manos hacia Dios, reconociéndolo como Señor del cielo y de la tierra”.

Noticias relacionadas
Compartir