Formar a los fieles para las elecciones 2024, uno de los retos de la Iglesia en México

En conversación con Vida Nueva, el presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano, Rogelio Cabrera, recuerda que “como hijos de Dios y ciudadanos que somos podemos hacer grandes cosas con pequeñas acciones que se van sumando”

Al enviar sus bendiciones para este 2024 a los lectores de Vida Nueva, el presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) y arzobispo de Monterrey, Rogelio Cabrera López, recordó a los fieles que “como cristianos y mexicanos debemos recordar que el 2024 será tan lleno de esperanza como lo preparemos el día de hoy: ninguno de nosotros es insignificante, pues como hijos de Dios y ciudadanos que somos, podemos hacer grandes cosas con pequeñas acciones que se van sumando a los demás”.



En conversación con Vida Nueva, el arzobispo Cabrera habló de los tres principales retos que enfrentará la Iglesia en el 2024. En primer lugar, “la comprensión de la apertura pastoral del Papa Francisco por parte de clérigos y laicos, para fortalecer la comunión eclesial”.

El segundo reto –apuntó- es motivar la participación formada e informada de los católicos en los procesos electorales, sin violar la ley electoral y canónica por parte de los clérigos, y finalmente, “continuar trabajando en la reconstrucción del tejido social de nuestro país, para que se fortalezca la paz y el desarrollo humano integral al tiempo que se viven los valores del reino”.

En el tema de la participación política y social, así como en la reconstrucción del tejido social –recordó el arzobispo Cabrera- “los obispos hemos propuesto el Proyecto Global de Pastoral que, con vistas a conmemorar los 500 años del Acontecimiento Guadalupano, en 2031, y los 2000 años de la Redención, en 2033, incluye estos temas a través de la participación sinodal de todos los miembros de la Iglesia en estas tareas que ya llevamos encaminadas”.

Participación sinodal de la Iglesia

Cabrera López consideró que un objetivo de la Iglesia es seguir promoviendo la cercanía con la Sede Apostólica en los futuros pastores y en las nuevas generaciones de cristianos… “Como Iglesia en México, siempre hemos tenido una comunión afectiva y efectiva con el Santo Padre”.

Asimismo, hizo énfasis en la importancia de que, como Iglesia, “llegamos a cada rincón del país, trabajemos para eliminar la violencia familiar, la violencia y discriminación contra las mujeres y la comunidad LGBTQ+, así como cualquier tipo de abuso contra menores y personas vulnerables, pues son la manera práctica y real de contribuir a transformar la sociedad”.

De igual forma, concluyó, es necesario seguir trabajando por la integración de las familias, “pues la transmisión de valores humanos y cristianos es lo que mantendrá a los niños y jóvenes lejos de la seducción tan grande que es el crimen organizado para obtener beneficios rápidos”.

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