Desde el pasado viernes, 8 de diciembre, entre 40 y 50 menores no acompañados del campamento de la plaza Sainte-Marie-Perrin duermen en una iglesia de Lyon tras haber pedido al arzobispo poder hospedarse en el templo. Se trata de la parroquia del Santísimo Sacramento, que está situada en torno a una plaza en la que, desde el pasado mes de abril, duermen unos 130 jóvenes migrantes a la intemperie hasta que sean reconocidos por las autoridades.
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Acoger a la gente
El propio párroco explicó la situación a los fieles en la misa de este domingo, 10 de diciembre. El portavoz de la diócesis, Christophe Ravinet-Davenas, explicó a ‘20 minutes’ que el obispo Olivier de Germay “habló con ellos después de la procesión a Notre-Dame de Fourvière, hacia las once de la noche. Y decidió que no pediría su expulsión. El principio de la Iglesia es acoger a la gente”.
La presencia de los menores no ha sido ningún impedimento para el desarrollo de las celebraciones del fin de semana, destacan los fieles. De hecho, desde la comunidad parroquial instan a las entidades que se llegue a una solución duradera para estos jóvenes que con suerte hasta ahora estaban en algunas tiendas de campaña. “No pudimos encontrar otro refugio que la iglesia. Estamos muy agradecidos al cura y esperamos que sea por poco tiempo”, señala Diallo, uno de los migrantes. Desde el sábado por la mañana, el arzobispo mantiene conversaciones con el ayuntamiento y la autoridad metropolitana ante la situación tan precaria de los menores.