Diócesis mexicanas toman capacitación en materia de protección de menores

La Iglesia mexicana llevó a cabo el II Encuentro Nacional con los Responsables de Comisiones Diocesanas de Protección de Menores y Adultos Vulnerables de todo el país

II Encuentro Nacional con los Responsables de Comisiones Diocesanas de Protección de Menores y Adultos Vulnerables

Como una respuesta a lo dicho por el papa Francisco en el sentido de que “ante los abusos, especialmente los cometidos por miembros de la Iglesia, no basta pedir perdón”, este 4 y 5 de diciembre se llevó a cabo en Casa Lago, sede de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), el II Encuentro Nacional con los Responsables de Comisiones Diocesanas de Protección de Menores y Adultos Vulnerables de todo el país.



Se trata -explicó la CEM a través de un comunicado- de responder a los desafíos de los tiempos, en un esfuerzo conjunto por fortalecer la labor de la Iglesia en México en la protección de menores.

El episcopado mexicano recordó lo que ha dicho el Santo Padre en torno a que la Iglesia está llamada a ser un lugar de piedad y compasión, especialmente para los que han sufrido. “La Iglesia Católica sigue siendo un hospital de campo que nos acompaña en nuestro itinerario espiritual. Porque tenemos mucho que trabajar, apoyar, aprender de ellos y de sus historias personales de coraje y perseverancia. Ante los abusos, especialmente los cometidos por miembros de la iglesia, no basta pedir perdón”.

Que la Iglesia sea lugar seguro para los menores

El encuentro tuvo como objetivo principal intercambiar experiencias y mejores prácticas en la prevención y la respuesta de la Iglesia, así como ofrecer herramientas para la institucionalización de las Comisiones de Protección de Menores y Adultos Vulnerables, precisando su naturaleza, alcances, composición y funcionamiento.

También se presentaron las actualizaciones de las legislaciones canónica y civil a la luz de las diversas reformas, y la experiencia de dos décadas de trabajo.

“Este servicio pide ser llevado adelante con amor. Hay necesidad de la continua atención, para que la Iglesia no sólo sea un lugar seguro para los menores y lugar de sanación, sino para que resulte plenamente fiable en el promover sus derechos en todo el mundo”, concluyó el comunicado.

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