La Iglesia en Nicaragua da recomendaciones a sus fieles para vivir el Adviento

Pide no dejar de colocar el pesebre en sus hogares y participar en todos los actos de piedad popular propios de este tiempo litúrgico

corona de Adviento

En medio de la persecución religiosa que sufre la Iglesia católica en Nicaragua, la Conferencia Episcopal de ese país animó a sus fieles a participar y aprovechar lo que la Iglesia les ofrece para vivir el tiempo de preparación a la Navidad.



En primer lugar -dijeron los obispos a través de un mensaje escrito- con la eucaristía, pero también con la corona de Adviento, la novena del niño Dios, las posadas, la colocación del pesebre en los hogares, la celebración de la novena de la Purísima Concepción, la fiesta de la Virgen de Guadalupe y demás expresiones de piedad popular.

Desde el 2018, en que la Iglesia católica criticó la represión del gobierno de Daniel Ortega a las manifestaciones contra una reforma al sistema de seguridad social, el régimen sandinista lleva a cabo una persecución religiosa, que tiene a varios sacerdotes y a un obispo viviendo en el exilio, así como al obispo de Matagalpa, Rolando Álvarez, purgando una condena de más de 26 años de prisión.

Cabe mencionar que este 27 de noviembre, el obispo de Matagalpa, Rolando Álvarez, cumple 57 años de vida.

Imitar a la Sagrada Familia de Nazaret

En el escueto mensaje, uno de los pocos que ha emitido el episcopado nicaragüense en los últimos años, los obispos quieren dar una palabra de esperanza al acercarse el tiempo del Adviento, que es la preparación para experimentar el nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo.

Llamaron a que en cada familia se imiten las virtudes domésticas de la Sagrada Familia de Nazaret, fortaleciendo los lazos de amor que unen a sus miembros, como peregrinos de esperanza.

“Cada discípulo debe redescubrir el llamado a florecer como testigo del Evangelio, dando buenos frutos de caridad, fraternidad de unidad, guiado por el Espíritu Santo que le lleva a experimentar la auténtica conversión a Jesús”.

Por ello, pidieron a cada familia: “primera escuela de evangelización y fermento de valores morales, espirituales, humanos y ecológicos”, descubrir que hay virtudes que cada uno de sus miembros puede vivir desde el Señor, siendo testigos de Jesucristo, quienes el  camino, la verdad y la vida”.

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