“Estar cerca del hombre medio muerto y cerca de Jesús”, dijo Paglia en Chile

En la sede de la FAO en Santiago abordó la seguridad alimentaria junto al ministro de Agricultura del país

“Como dijo un gran obispo, Mons. Pedro Casaldáliga, hay dos cuestiones indiscutibles: la presencia de Dios y la realidad del hambre en el mundo. La paz, como vemos dramáticamente con la guerra de Ucrania y el comercio de cereales, está ligada a una distribución justa de los alimentos y a la lucha contra el desperdicio de alimentos. Una de las mayores injusticias es vivir en un planeta que tiene recursos para alimentarnos a todos y, sin embargo, ver morir de hambre a millones de seres humanos”, afirmó el presidente de la Pontificia Academia para la Vida, Vincenzo Paglia, al inicio de su visita en Santiago de Chile.



En su primera actividad pública expuso sobre “Prevenir y reducir las pérdidas y los desperdicios de alimentos en el contexto de la Seguridad Alimentaria y Nutricional. Un reto intersectorial”, junto al ministro de agricultura chileno, Esteban Valenzuela, y al economista Jefe de la FAO, Máximo Torero.

Profetas de la esperanza

Paglia continuó su visita en Concepción donde expuso en el Salón de Honor de la Universidad Católica de la Santísima Concepción y al día siguiente habló sobre “Custodiar la vida frágil” en el auditorio del Colegio de los Sagrados Corazones ante casi 300 asistentes.

Fue presentado por el arzobispo local, Fernando Chomalí, Académico Ordinario de la Pontificia Academia para la Vida, quien le agradeció esta visita y afirmó su optimismo: “el mundo no se está cayendo a pedazos como muchas veces podemos pensar y hay muchas flores que están creciendo, que se están desarrollando, que están dando hermosos colores. Y nosotros, que no somos profetas de la desesperanza, tenemos que mostrarlo”.

El arzobispo Paglia inició su exposición comentando que hay dos pasajes juntos en el evangelio de San Juan: la parábola del Buen Samaritano y la visita de Jesús a la casa de Marta y María. “Estos dos pasajes del Evangelio tienen que ser leídos juntos, no separados. Significa que el discípulo de Jesús tiene que ser al mismo tiempo como el Buen Samaritano y como María. No están en una parte los expertos de la caridad y en la otra los expertos de la oración”, explicó.

Llamó a los presentes a “vivir personalmente y sobre todo como Iglesia, esta relación íntima e indisoluble entre el estar cerca del hombre medio muerto y cerca de Jesús. Es lo mismo, no hay diferencia. Esto significa que para nosotros la cercanía a los pobres no es solamente una cercanía social, es una cercanía profunda, espiritual. El hombre medio muerto es Jesús (…) El creyente hoy tiene que tener en una mano el Evangelio y en la otra al pobre”, dijo Paglia.

Transformar la vida

Continuó diciendo que “la caridad de la Iglesia no es solamente algunos sentimientos buenos, es una fuerza que transforma la historia, transfigura el mundo (…) La historia se transforma cuando transformamos a las personas (…) una liberación de la pobreza, una liberación de la soledad, una liberación de la marginalidad. Esto significa que el samaritano sintió en el corazón no ser un héroe, sino cuidar al hombre medio muerto (…) Por eso es importante que ustedes entiendan que las obras con los pobres no son solamente una suerte de beneficencia que la Iglesia hace en la sociedad, sino que nuestras obras de misericordia tienen que transformar la vida, la historia de los que ustedes cuidan y también de los ambientes donde están”, afirmó.

Paglia apuntó a sus destinatarios: “Ustedes representan el sueño de Dios sobre un nuevo Concepción, sobre un nuevo estilo de vida de todos. Y ustedes saben que no sería posible su felicidad sin los otros, sin los pobres, sin los marginados, sin los encarcelados, sin los niños, sin los que son descartados. Esta es la profecía que de Concepción tiene que ser comunicada a todas las otras iglesias, a todos los que aquí en Concepción no creen o son indiferentes. Esta es la vocación que ustedes tienen, que el Señor confía a todos ustedes”.

Agregó Paglia que “la reforma de la Iglesia empieza siempre cuando los discípulos de Jesús redescubren la primacía del Evangelio y de los pobres” y señaló que el Evangelio y los pobres son “los dos pilares de la transformación de la Iglesia hoy. Para ayudar al mundo a entender que un nuevo amor transforma el mundo, porque hay una peculiaridad en el caso del Buen Samaritano, que el amor que él mostró es un amor gratuito. Este es el amor que hoy necesita el mundo”.

El tema de los Cuidados Paliativos es uno de los ámbitos de compromiso de la Pontificia Academia para la Vida en el que un grupo de trabajo de destacados expertos internacionales han elaborado, en 2019, el ‘Libro Blanco para la Promoción de los Cuidados Paliativos en el Mundo’, cuya traducción al español fue presentada en Concepción.

El Presidente de la Pontificia Academia para la Vida continuó el programa de su viaje en Buenos Aires, Argentina.

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