La HOAC termina su asamblea general luchando desde la periferia de la precariedad laboral

Los militantes han aprobado distintas resoluciones sobre los migrantes, la feminización de la pobreza o la calidad de vida democrática

La Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC) ha cerrado este martes, 15 de agosto, si 14ª asamblea general de militantes, un foro en el que se han reunido en Segovia cerca de 800 personas, entre militantes, acompañantes e invitados. Una cita que, bajo el lema ‘Tendiendo puentes, derribando muros. Iglesia en el mundo obrero tejiendo vínculos de fraternidad’ ha contado con el impulso del papa Francisco a través de un mensaje, así como la presencia de obispos como el Zaragoza, presidente de la Comisión Episcopal de Laicos, familia y vida, Carlos M. Escribano Subías; el obispo de Almería y consiliario de la Acción Católica Española, Antonio Gómez Cantero, junto con los obispos de Astorga, de Osma-Soria, de León, de Bilbao, así como el vicario general de Segovia, el director del Departamento de Pastoral del Trabajo y el director de la Subcomisión de Acción Caritativa y Social del Episcopado.

El propio presidente de la Conferencia Episcopal, el cardenal Juan José Omella envió un mensaje en vídeo. También se han sumado como invitados distintas entidades nacionales e internacionales, según destacan en el comunicado final.

Resoluciones aprobadas

La asamblea comenzó el pasado día 12 y ha recogido las palabras del Papa animando a los militantes a “seguir siendo pueblo de Dios en medio de la vida obrera y continuar tejiendo historias de encarnación y abrazo”, señalan en el comunicado final. “Ser iglesia que acompaña desde las periferias estando cerca de las personas que sufren la precariedad laboral y la falta de oportunidades”, destacan, ya que el trabajo es “un medio a través del cual colaboramos con Dios en la obra de la creación y nos realizamos como seres humanos”.

Además, los militantes han tratado de crecer en su “identidad de discípulos misioneros, apóstoles de Jesucristo en el mundo Obrero, desde la vivencia de la espiritualidad y la mística cristiana, avanzando en el compromiso personal y comunitario de la HOAC”, destacan. Además, denuncian que “nuestro modelo económico y cultural descarta a la persona e idolatra el dinero, devastando las relaciones sociales y la tierra que habitamos”.

También reclaman que “la existencia de unas enormes y crecientes desigualdades económicas, sociales y ambientales, cada vez más normalizadas, son un poderoso mecanismo de empobrecimiento y exclusión del mundo obrero y constituyen el reto más importante que tienen nuestras sociedades. A lo que se suma, añaden que, “una mayor y creciente desvinculación social debilita la democracia”.

Ante este panorama la asamblea ha aprobado una serie de resoluciones para “seguir manifestando nuestra preocupación y compromiso con las personas más débiles”, explican. Ante los “trabajadores migrantes debemos actuar como ‘samaritanos colectivos’, ante su situación de vulnerabilidad y sufrimiento y buscar soluciones justas; también defienden “una política para la fraternidad, porque es ‘la mejor política puesta al servicio del verdadero bien común’”. Otra resolución apuesta “por la igualdad y ante la feminización de la pobreza” para “seguir recreando la comunidad de iguales que Jesús creó, generando procesos de liberación de la mujer y del hombre que rompan con los roles culturalmente establecidos y nos libere del sistema”. Finalmente han aprobado un manifiesto “en defensa de los servicios públicos”.

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