Moción de censura: el día que Tamames elogió un discurso del cardenal Tarancón

El economista que presenta su propuesta en el Congreso de los Diputados destacó en una tribuna que el prelado “con su gran mensaje, abrió la Iglesia a los nuevos tiempos… y a la democracia inevitable”

El cardenal Vicente Enrique y Tarancon

El economista Ramón Tamames se somete en el Congreso de los Diputados al debate en el que presentará su programa alternativo tras la moción de censura presentada contra Pedro Sánchez por Vox. El catedrático de Estructura Económica escribió en 2017 una tribuna en el diario digital ‘El Español’ en memoria del cardenal Vicente Enrique y Tarancón tras participar en un ciclo a él dedicado en Castellón.



Un verdadero cardenal de España

Tamames recuerda que en 1971 su elección como presidente de la Conferencia Episcopal fue para muchos “un auténtico milagro que propició transformaciones fundamentales”. Para él, Tarancón se mostró “favorable al cambio para poner fin a la entonces estructura esclerotizada de la Iglesia, y a la religiosidad fetichista”. Algo que quedó de manifiesto en el discurso del 27 de noviembre de 1975 en los Jerónimos con motivo de la coronación del rey Juan Carlos.

Fue impactante ver y oír ese mensaje de Tarancón” confiesa Tamames que había pasado ese día por la cárcel de Carabanchel junto a otros políticos comunistas, cuando “todavía no estaba claro oficialmente que fuera a cambiar el rumbo del país hacia la democracia

Tarancón, relata, “en larga alocución” dijo que “el rey había de serlo de todos los españoles sin excepción, preconizando el retorno a la libre expresión del pueblo, para hacer posible la concordia”. “Fue un discurso notable, leído con gran aplomo, con movimientos de gran actor, que se realzaba al tener en una de sus manos el báculo de pastor”, destacó. “Desde el día siguiente, en los conatos de manifestaciones públicas contra cualquier pretensión de apertura política, la consigna más coreada por los ‘ultras’, pasó a ser la de: ‘¡¡Tarancón, al paredón!! ¡¡Tarancón, al paredón!!…’. En definitiva, el cardenal, con su gran mensaje, abrió la Iglesia a los nuevos tiempos… y a la democracia inevitable. Fue la representación de un verdadero cardenal de España”, concluía.

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