La Iglesia española tacha de “secuestro” la detención del obispo Rolando Álvarez por la policía de Nicaragua

El cardenal Omella envía una carta al Episcopado del país centroamericano donde exige “la libertad de todo el pueblo” frente al régimen de Daniel Ortega

Los obispos españoles consideran que la detención del obispo Rolando Álvarez en la madrugada del viernes por parte de las autoridades nicaragüenses es un “secuestro”. Así lo califica el presidente de la Conferencia Episcopal Española, Juan José Omella, en una carta que ha dirigido a su homólogo en la Iglesia del país centroamericano, Carlos Enrique Herrera.



“En las últimas semanas, venimos siguiendo con preocupación las noticias sobre la situación grave que está viviendo la Iglesia nicaragüense en su misión de anuncio del Evangelio y las dificultades que está poniendo el gobierno a esta misión”, expone el arzobispo de Barcelona, que subraya “el cierre de las emisoras parroquiales y del Canal Católica de la Conferencia Episcopal y los obstáculos que ponen las fuerzas policiales para el acceso de los fieles a los templos y con la detención de sacerdotes”.

Situación ya grave

El purpurado español considera en su misiva que “esta situación ya grave ha dado un paso mayor con la detención y secuestro está madrugada de obispo de Matagalpa, Rolando José Álvarez”.  Lo cierto es que la policía irrumpió a la fuerza en la sede del obispado de Matagalpa, donde estaba confinado desde hacía quince días Álvarez, en el contexto de una escalada estatal contra la Iglesia. Se trata del primer obispo arrestado desde que el sandinista Ortega retornó al poder en 2007.

Además, Omella recuerda que, junto al prelado, también se encuentran retenidas las personas que le acompañaban en la curia episcopal. “Las circunstancias y el contexto de estas detenciones son realmente preocupantes pues se producen en un momento de grave deterioro de los derechos humanos en el país”, alerta el cardenal.

Velar por el bien

Más allá de la situación del obispo, el purpurado español reclama al presidente Daniel Ortega una vuelta de los derechos fundamentales al país: “Pedimos también a quien corresponde velar por el bien de los ciudadanos nicaragüenses, la libertad de todos sus acompañantes y, en general, de todo el pueblo sumido en estos tiempos en una dolorosa falta de libertad”.

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