Marx: “No imagino una Iglesia sinodal en la que discutan mujeres y hombres y solo decidan los obispos”

Cuatro prelados alemanes participan en un libro reclamando una mayor influencia y liderazgo de la mujer en la Iglesia católica

Al arzobispo de Múnich, el cardenal Reinhard Marx, “le resulta difícil imaginar que en el futuro se desarrolle una ‘iglesia sinodal’ en la que hombres y mujeres trabajen juntos, se consulten, discutan y al final sólo un círculo de obispos tome decisiones”. Así lo escribe en un libro de la religiosa Philippa Rath que acaba de ver la luz en Alemania.



Marx apunta que los organismos católicos dominados por los hombres, los sienete “cada vez más como un ‘mundo extraño’, de hecho como un ‘mundo especial’ cada vez más extraño para muchas personas, que se manifiesta en las conferencias episcopales, en la Curia de Roma, pero también en los seminarios”. Por eso, advierte, “un déficit hoy más que en el pasado: la falta de participación activa, de consulta y también de toma de decisiones por parte de las mujeres”, según recoge Katholisch.de.

Hombres solidarios

Rath ya recogió hace un año los testimonios de 150 mujeres que se sienten llamadas a ser sacerdotisas o diáconas, pero que no pueden vivir esta vocación en la Iglesia Católica. Ahora, junto al sacerdote Burkhard Hose, esta benedictina recoge el testimonio de 102 varones de diferentes generaciones y posiciones, entre ellos laicos católicos, teólogos, sacerdotes, religiosos y algunos obispos que muestran su preocupación ante algunas discriminaciones hacia las mujeres. Por eso, el título del libro es algo así como “¡Las mujeres al despacho! Los hombres de la Iglesia se solidarizan”.

Junto a Marx, dan su opinión el que fuera vicario general de la archidiócesis de Bamberg, el sacerdote de 85 años Alois Albrecht, que destaca que “Sin las mujeres simplemente no hay vida”. También otros obispos como Heiner Wilmer, de Hildesheim; Gerhard Feige, de Magdeburgo; y Franz-Josef Bode, de Osnabrück. Ninguno de ellos se pronuncia explícitamente a favor de las mujeres sacerdotes católicas, aunque Wilmer denuncia que a las mujeres de hoy “no se les escucha lo suficiente, tienen muy poca influencia y autoridad”. Para Bode “es necesaria la perspectiva de una responsabilidad de liderazgo cada vez mayor para las mujeres y la participación en todos los ministerios y oficinas”.

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