Luis Argüello: “No podemos separar la defensa de la vida y la familia de la factura de la luz”

La Conferencia Episcopal Española presenta las orientaciones pastorales que guiarán a la Iglesia en los próximos cinco años

El secretario general de la Conferencia Episcopal Española, Luis Argüello, plantea a los católicos “deconstruir” el actual modelo antropológico basado en el constructivismo presente en toda la sociedad. Durante la presentación de las orientaciones pastorales del Episcopado para los próximos cinco años, planteó que hay todo “un proyecto global” que incluye a “series, ídolos y artistas de televisión”, además de presiones de organismos supranacionales. “¡Cómo no denunciarlo!”, plantó el portavoz de los obispos.



En el acto, además de los responsables de los diferentes departamentos de la Casa de la Iglesia, también participaron el presidente de la Conferencia Episcopal, el cardenal Juan José Omella, así como el arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz.

Ejercicio de autocrítica

A partir de ahí, Luis Argüello repasó el documento elaborado por los obispos y los diferentes departamentos de la Casa de la Iglesia, para subrayar que en el próximo quinquenio se busca una “salida misionera a la plaza pública, comunión en lo esencial y abandonar la mundanidad”. En este sentido, llevó a cabo una autocrítica en materia de abusos sexuales y de administración de los bienes: “Reconocemos que es una dificultad a la hora de ser testigos en la plaza pública”.

“Afortunadamente no depende el anuncio del Evangelio solo de nuestra coherencia, sino que está sostenido por la presencia del Señor”, confió sobre la que denominó “conversión pastoral que es conversión de las personas y de las instituciones”. Desde ahí, la Conferencia Episcopal ha llevado todo un trabajo interno para favorecer la colaboración interdepartamental desde la colegialidad y el discernimiento.

El enfrentamiento

Argüello no dudó en lanzar algunos recados al Gobierno y a sus reformas legislativas, lamentando que se utilice “el enfrentamiento como estrategia” y que se mine a la familia como institución. “Como Iglesia, nos despistamos al pensar que los temas de defensa de la vida y de la familia corresponden a una carpeta diferente a la factura de la luz”, añadió, a la vez que hizo un llamamiento a no dejarse llevar por la dinámica “conservadores y progres” cuando la apuesta tiene que ser integrar. Con este punto de partida, propuso ahondar en “el encuentro, la reconciliación y el diálogo”.

Para el presidente del Episcopado, el cardenal Juan José Omella, “una de las preocupaciones que tenemos es transmitir el Evangelio en este mundo de hoy”. Para ello, el arzobispo de Barcelona plantó la necesidad de ahondar en “la nueva evangelización, los nuevos métodos, lenguajes y el ardor”. “La Iglesia es casa de acogida de todos para dar a conocer el mensaje de Jesús”, añadió.

“Evangelizar nunca ha sido fácil”, admitió el purpurado, que se remitió a los primeros misioneros y mártires africanos. “Ellos nos enseñan a decir: Yo no me acobardo”, apuntó en una invitación a vivir “en contradicción tanto con nuestras palabras como con nuestras acciones” frente a los vientos que soplan en la sociedad”.

“No podemos caer en decir lo mal que está esta casa y esta sociedad, lo que queremos es arreglarla”, enfatizó Omella.

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