El cardenal Burke, entubado tras contagiarse de coronavirus

El purpurado estadounidense, célebre en los círculos ultraconservadores por su oposición al Papa y su escepticismo ante el coronavirus, se encuentra ingresado en un hospital de Wisconsin

El cardenal Raymond L. Burke, célebre por oposición a algunas decisiones del papa Francisco y su escepticismo frente al coronavirus, se encuentra ingresado en un hospital de Wisconsin (Estados Unidos) tras haberse contagiado de Covid, por lo que ha tenido que ser entubado para poder respirar. Aunque reside habitualmente en Roma, donde fue prefecto del Supremo Tribunal de la Signatura Apostólica, la Corte Suprema del Vaticano, el purpurado, de 73 años, se encontraba de vacaciones en su país natal cuando dio positivo por coronavirus.

Según un mensaje publicado por un asistente en su perfil de las redes sociales el pasado domingo, los médicos que atienden a Burke estarían “animados por su progreso”. El cardenal, que habría rezado el Rosario por los enfermos de Covid, informó cuatro días antes de que se había contagiado del patógeno causante de la pandemia, invitando a los fieles a orar por él y a confiar en la Divina Providencia. También comentó entonces que estaba “descansado cómodamente y recibiendo tratamientos médicos excelentes”.

Bulos sobre la vacuna

Además de por ser uno de los cardenales firmantes de los ‘dubia’, el documento que planteaba dudas sobre las implicaciones doctrinales acerca de la exhortación apostólica del papa Francisco ‘Amoris Laetitia’, publicada en 2016, Burke también acaparó titulares por su posición frente al coronavirus. En los primeros compases de la pandemia animó a los católicos a que no hicieran caso de las recomendaciones sanitarias y fueran a misa.

Más adelante se mostró contrario a la vacunación obligatoria, pues “no puede ser impuesta a los ciudadanos en modo totalitario”, haciéndose eco además de uno de los más llamativos bulos que circulan entre los ultraconservadores estadounidenses. Para Burke las inyecciones contra el coronavirus pueden suponer la inoculación de “una suerte de microchip con el que en cualquier momento el Estado puede controlar la salud de las personas y otras cuestiones que solo podemos imaginar”.

En una entrevista con ‘Vida Nueva’ realizada en 2014, Burke aseguró que la Iglesia católica estaba viviendo un momento “crítico” tras la elección de Jorge Mario Bergoglio como obispo de Roma y aseguró que, para “muchos”, la comunidad cristiana navegaba desde entonces “como una nave sin timón”.

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