Una nueva masacre ha enlutado a familias del Valle de Cauca en Colombia, específicamente en una finca del Cerro Rico en Buga, cuando cinco jóvenes, con edades entre 17 y 18 años, fueron asesinados la madrugada del 24 de enero. Es la sexta masacre que va de 2021. Las autoridades están tras la pista de los asesinos.
José Roberto Ospina, obispo de Buga, ha expresado su rechazo ante lo que califica como hechos que “no tienen ninguna lógica ni explicación distinta de la brutalidad de los insensatos y criminales que no tienen misericordia de los demás ni de ellos mismos”.
“Es inconcebible que haya una sociedad que vea morir indefensos a quienes llenaban el corazón y la mente con la ilusión de prepararse para la vida, y que tenían el futuro en sus manos”, ha dicho el prelado.
Llamado a las autoridades
Ha pedido a las autoridades “hagan su oficio de encontrar a los responsables de este genocidio, que redoblen los esfuerzos por preservar la vida de todos los ciudadanos, mientras los creyentes seguiremos luchando por proclamar que la vida es sagrada desde el momento de la concepción hasta la muerte natural”.
El prelado ha enviado sus condolencias a los familiares y frente al dolor –ha recordado– que Dios no es quien envía y produce la muerte, el sufrimiento y la desolación. Él respeta las leyes naturales y la libertad humana.
“El triunfo de Jesús resucitado abre la esperanza de saber que estos jóvenes siguen vivos en el que venció el pecado y la muerte y fue capaz de pedir perdón a Dios por los que los estaban crucificando”, acotó.
Foto: Blu Radio
