Máximo Pradera: “Soy un provocador, no un camorrista”

El periodista y escritor Máximo Pradera

Filólogo, guionista, periodista, melómano… pero, sobre todo, escritor. Y de los buenos. No en vano, con su última novela, ‘El hombre que fue Sherlock Holmes’ (Almuzara), se ha alzado como ganador del Premio Jaén de narrativa. Con este genio renacentista (con su permiso) pasamos la tarde hablando de su libro, de sus controversias en Twitter, de política y de todo lo que se mueve…



PREGUNTA.- ¿Por qué Sherlock Holmes?

RESPUESTA.- Sus aventuras son muy importantes en mi vida. Primero, porque es la literatura con la que arranqué a leer en la adolescencia. Y segundo, porque fueron los libros con los que aprendí inglés. Conan Doyle tiene un inglés muy bonito, el llamado inglés de la reina, y lo elegí para empezar a leer en versión original. Me sé párrafos enteros de memoria.

P.- Ha inventado a un personaje que, de tanto leer sus aventuras, llega a creer que es el propio Sherlock Holmes… ¿Una suerte de don Quijote enajenado?

R.- Me gustaba la idea de un personaje enloquecido por la lectura de Sherlock Holmes, porque tenía claro que quería escribir una novela humorística y la enajenación mental se presta a ello. Robé la idea de Cervantes y la combiné con otra muy buena de Charles Chaplin. En ‘Luces de la ciudad’, hay un millonario que cuando está borracho es muy amigo del vagabundo, pero cuando está sobrio ni siquiera lo reconoce y lo echa de casa. A diferencia del Quijote, que solo recupera la cordura al final de la novela, mi personaje entra y sale de su locura en función de lo poco o mucho que haya dormido. Esa idea me parecía muy divertida y muy apetecible para usarla en la trama.

P.- Las aventuras del detective británico, por muy dramáticas que sean, destilan siempre humor…

R.- El humor en las aventuras de Sherlock Holmes está basado en la hipérbole. A mí, al menos, lo que me provoca la sonrisa es el exceso de conclusiones a las que puede llegar el detective tras el examen, por ejemplo, de un simple reloj. Y aunque no tengo claro que Doyle buscara un efecto cómico en esas cadenas de razonamientos, a mí siempre me han divertido. Es el mismo proceso que me lleva a soltar la carcajada en las películas de Bruce Lee, cuando se le acercan veinte chinos a cascarle y se deshace de todos. (…)

P.- Es una mina de controversias en Twitter: dispara a todo el mundo…

R.- Soy muy activo en Twitter, pero nunca entro al trapo de las provocaciones. Si te fijas, no verás ni una sola pelea, porque una cosa es ser un provocador, que lo soy, y otra muy distinta, un camorrista. (…)

Foto: Jorge Álvaro

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