La diócesis de Cuenca pone en marcha la Delegación de Acogida y Atención a las Personas con Discapacidad

niño con discapacidad jugando en un columpio

El obispo de Cuenca, José María Yanguas, ha puesto en marcha la nueva Delegación Diocesana de Acogida y Atención a las Personas con Discapacidad, cuya actividad y presentación ha tenido lugar hoy, 3 de diciembre, en el Día Internacional de las Personas con Discapacidad, con una misa en la parroquia de San Esteban.



Las Delegaciones del Obispado son los órganos establecidos por la Diócesis de Cuenca para trabajar de forma más directa con aquellas áreas que conforman la Iglesia conquense. Gracias a las Delegaciones, la pastoral diocesana se hace más cercana y directa, intentando actuar con prontitud y diligencia. Además, las Delegaciones abarcan la realidad eclesial y social de la Diócesis dando respuesta a las necesidades que se presentan, actuando en nombre del obispo y haciéndolo presente cuando se requiera.

Cada Delegación está formada por un número de personas que trabajan de forma profesional en las parcelas que tienen encomendadas. En concreto, la delegada de la Delegación de Acogida y Atención a las Personas con Discapacidad es Alicia Garrido Medina, secretaria y trabajadora de la Confederación Española de Personas con Discapacidad (COCEMFE).

Acogidos, incluidos y acompañados

También son miembros de la Delegación Oscar Sillas Saiz y Josefina Soriano Moya, miembros del equipo directivo de la Fraternidad Cristiana de Personas con Discapacidad (FRATER), Carmen Usano, Presidenta de la Asociación de Ciegos Españoles Católicos (CECO), Resurrección Álvarez García, miembro colaborador de FRATER, Rosa Isabel Saiz Marín, coordinadora en Cuenca de la Plataforma ‘Libre para educar a nuestro hijos’, catequista y profesora de Religión y Mª Ángeles Aznárez Chacón, catequista y maestra de Audición y Lenguaje.

Por su parte, Alicia Garrido ha explicado que los objetivos de esta nueva delegación “responden a la pedagogía de Jesús de Nazaret que en sus muchos encuentros con los enfermos o discapacitados, acogía, integraba y les daba una misión”. De esta manera, la Delegación se propone “trabajar para que las personas con discapacidad seamos acogidas, incluidas y acompañadas en la vida eclesial participando así en la misión de la Iglesia”.

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