Este martes 3 de noviembre, el Congreso del estado de Puebla (México) aprobó diversas reformas al Código Civil, con las cuales se reconoce el “matrimonio igualitario”.
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En una sesión virtual -con 31 votos a favor, cinco en contra y tres abstenciones- Puebla se convirtió en la entidad número 19 en avalar estas uniones legales entre personas del mismo sexo.
Al respecto, el Frente Nacional por la Familia (FNF), movimiento cívico a favor de la familia y el derecho de los padres a educar a sus hijos, se pronunció a través de un comunicado.
“Acciones injustas para los hijos”
La organización lamentó dicha aprobación y consideró que, con ello, los legisladores “decidieron votar a favor de la descomposición de la familia y en contra del bienestar de miles de niños”.
Rodrigo Iván Cortés, presidente del Frente Nacional por la Familia, señaló que es desafortunado que los legisladores de Puebla no centren su prioridad en la familia y sus necesidades que tiene hoy en plena pandemia.
“Con esto comprobamos que los legisladores obedecen y se doblegan ante ideologías que causan un severo daño social, y más para nuestros hijos; sin embargo, el FNF seguirá a nivel nacional fomentando el fortalecimiento de la familia y salvaguardando la inocencia de nuestros hijos”, dijo.
Por su parte, Fabiola Tepox, coordinadora del FNF en Puebla, advirtió que “con la legalización de los matrimonios del mismo sexo se abre camino a acciones injustas para los hijos: “como baños transgénero en las escuelas, educación activista sobre la diversidad sexual, y cirugías transgénero sin la intervención de los padres de familia”.
Atención prioritaria a otros temas
Desde el 1 de noviembre, la Arquidiócesis de Puebla había hecho pública su postura ante la posible aprobación del “matrimonio” entre personas del mismo sexo.
“La Arquidiócesis de Puebla manifiesta su extrañamiento, debido a que la situación que vivimos actualmente requiere de atención prioritaria a otros temas en la agenda legislativa, como: la garantía de la seguridad, la salud para todos, la educación de calidad, el trabajo digno o el fortalecimiento de la familia como la célula de la sociedad”.
Asimismo, consideró que la homologación del vínculo matrimonial con otras formas de convivencia, “como ocurre con las uniones de parejas del mismo sexo, llega a constituir una injusticia, porque anula el reconocimiento de las diferencias y la complementariedad antes mencionadas”.
Finalmente, la Arquidiócesis que gobierna pastoralmente Víctor Sánchez Espinosa aseguró que de la cohesión familiar depende que la violencia disminuya, la economía crezca y la sociedad se desarrolle.
