Irene Pozo, nueva directora de la Linterna de la Iglesia: “El mundo digital es una de las grandes periferias y queremos acercarnos a él”

  • Tras 28 años en antena, el espacio de análisis eclesial de Cope se reinventa con la directora de contenidos de TRECE al frente
  • Poner a la persona en el centro, caminar hacia una comunicación más humana o buscar la verdad y ponerla al servicio de la sociedad” son algunas de los principios inspiradores del programa
  • Toda la actualidad de la Iglesia sobre el coronavirus, al detalle

Desde el próximo mes de septiembre, el programa de análisis La Linterna de la Iglesia tendrá voz de mujer.  La directora de contenidos de TRECE, Irene Pozo, toma el relevo del periodista Faustino Catalina que ha estado al frente de la tertulia religiosa durante las últimas 5 temporadas en un programa que se encamina a la treintena. La nueva etapa traerá un formato que combinará información, análisis e historias de la vida de la Iglesia, en España y en el mundo, cada viernes de 22:30 a 23:30 horas.

Irene Pozo comenta con Vida Nueva algunas de los principios inspiradores del espacio radiofónico. Pozo ha formado parte de la delegación del comunicación del Arzobispado de Madrid y además seguirá presentando en la televisión del grupo Cope –de la que ha formado parte desde sus inicios– el programa ‘Crónica de Roma’Entre los premios que ha recibido destaca la ‘Antena de plata 2014’ por el ‘Informativo Diocesano’ y el premio ‘Lolo’ de periodismo (2017) que otorga la Unión Católica de informadores y periodistas de España (UCIPE).



La comunicación como servicio

PREGUNTA.- La Linterna de la Iglesia es el programa de referencia de análisis religioso. ¿Qué supone hacerse cargo de él?

RESPUESTA.- Un regalo, la verdad. Y una responsabilidad enorme porque mis antecesores han dejado el listón del programa muy alto. Estoy muy agradecida por dar el relevo a Faustino Catalina que no hay duda del gran trabajo que ha realizado en estos últimos años. La Linterna de la Iglesia lleva 28 años en antena poniendo la comunicación al servicio de la misión de la Iglesia y eso es algo que no se debe perder nunca de vista. Además, este tiempo de pandemia ha generado en la sociedad una desesperanza importante y nos ha enseñado a mirar al futuro de otra manera. La Iglesia, como no podía ser de otra forma, ha estado y estará en primera línea de batalla y en este sentido la comunicación social juega un papel importante. El servicio a la verdad y al bien común de la sociedad se convierten en un gran reto. Como dice el papa Francisco la comunicación debe servir para construir.

P.- ¿Qué puede aportar Irene Pozo con todo su recorrido en los medios diocesanos y en la televisión a la tertulia radiofónica?

R.- Llevo más de 20 años trabajando en la comunicación de la Iglesia y a pesar de ello me siento chiquitita ante este nuevo reto. Desde la humildad y con mucha ilusión espero sumar al enorme trabajo realizado todos estos años de programa teniendo siempre presente nuestra misión como cristianos. Poner a la persona en el centro, caminar hacia una comunicación más humana o buscar la verdad y ponerla al servicio de la sociedad son algunos aspectos en los que no podemos bajar la guardia. Siempre digo que he hecho de mi profesión mi vida y viceversa. Vivo una doble vocación, por un lado la profesional que me aporta el mundo del periodismo y por otro la de servicio a la Iglesia y al Evangelio. Si separo ambas cosas, mi misión como comunicadora pierde sentido. Si consigo transmitir un poquito de esto al oyente, habrá merecido la pena.

Una evolución del formato

P.- ¿Qué se va a encontrar el oyente habitual a partir de septiembre? ¿Cómo va a evolucionar el formato?

R.- Estamos aún en una etapa inicial del nuevo formato. Lo que puedo adelantar es que habrá información, análisis, entrevistas, tertulia… Y que vamos a estar muy pendientes también del mundo digital. Durante la pandemia, el avance de la tecnología nos ha permitido estar cerca de los nuestros e internet y las redes sociales se han convertido en verdaderas herramientas para acercar a las personas.

Gracias a ello también recibimos mucha información de todas partes del mundo, hay veces que las cosas llegan antes por Twitter que por otros medios más convencionales. Esto es maravilloso pero a la vez existen riesgos como por ejemplo las conocidas ‘fake news’ o la propia desinformación que produce recibir tantísima información a la vez. Creo que el mundo digital es una de las grandes periferias de la Iglesia y nosotros queremos acercarnos a ella para estar más cerca del oyente.

P.- A la vez sigues con tus proyectos en TRECE. ¿Con este nombramiento cómo crece la colaboración mutua entre la radio y la televisión de la Conferencia Episcopal?

R.- Llevamos trabajando con éxito y de manera conjunta desde hace ya varias temporadas y la integración de ambos tiene muchas ventajas. La primera, sin duda, está en el producto que llega al exterior, a las personas que cada día encienden la radio o la tele. Trabajar en una redacción única, compartiendo recursos, con unos contenidos comunes y con una misma línea editorial nos hace crecer a todos. Cuando se tiene un objetivo común claro hay que caminar hacia él, la unidad es lo que permite hacerlo juntos y con un mismo mensaje. Son dos formas diferentes de contar las cosas pero unidas en un mismo camino. Los medios de la Iglesia deben ir de la mano. Ganamos todos. Esto es un paso más en ese camino.

Noticias relacionadas
Compartir