Gloria Liliana Franco: “Estamos llamados a contribuir a la configuración de una Iglesia más sinodal”

Gloria Liliana Franco, presidenta de la Confederación Latinoamericana y Caribeña de Religiosos y Religiosas (CLAR), participó como ponente en el curso virtual  ‘Profecía y creatividad de la vida consagrada frente al Covid-19’, iniciativa de los Josefinos de Murialdo, con el apoyo de la seccional Medellín de la Conferencia de Religiosos de Colombia (CRC) y la Universidad Pontificia Bolivariana (UPB), en la que unos 800 consagrados y laicos compartieron del 3 al 5 de junio de manera virtual por Zoom.



La religiosa de la Compañía de María Nuestra Señora  ha asegurado que con estas jornadas de formación continua “tienen el único propósito de ayudarnos a ser mejores testigos, no se trata con esto de crecer en la intelectualidad”, sino “de tejer juntos relaciones para ser mejores testigos que nos hagan más aptos para caminar con nuestros hermanos sobre todo aquellos que nos necesitan”.

El camino es sinodal

La Vida Consagrada debe reconocer –aseguró la Presidenta de la CLAR– a la Iglesia como una comunidad que cree en las diferencias “a partir de una experiencia profunda de Jesús resucitado y que nos lanza más allá de nuestros cálculos, de nuestros límites a evangelizar, conscientes de que evangelizar es humanizar”.

Desde “la identidad de sujeto eclesiales estamos llamados a contribuir a la configuración de una iglesia más sinodal” por tanto “la palabra sínodo hace fundamentalmente referencia a un camino hecho en conjunto con el pueblo peregrino” y “nos indica una forma específica de vivir y de obrar como Iglesia pueblo de Dios” porque “laicos y consagrados o caminamos sinodalmente o no hay modo de poder avanzar”.

En este momento de la historia “Evangelizar no es otra cosa que humanizar” para ello Franco hace referencia a las palabras del jesuita Pierre Teilhard de Chardin que decía “es imposible ser totalmente cristiano si no somos totalmente humanos ,es imposible ser totalmente humanos si no somos cristianos”.

Una nueva relacionalidad

La pandemia del Covid-19 pone a prueba a la Vida Consagrada por lo cual “nos urge mantenernos en pie, continuar la carrera, fijos los ojos en Jesús y agradecidos también por tantos hombres y mujeres que en la historia de nuestras congregaciones se han empeñado en dar la vida con radicalidad”, ha dicho.

Esta nueva realidad tiene que llevar a todos: consagrados y laicos, al lugar de la escucha, en el que “podemos sopesar, comprender y asumir los desafíos sociales culturales en este momento de la historia”, lo que también implica “apostar por una nueva relacionalidad, nuevos modos de tejer el encuentro”.

Franco ha invitado a “reconocernos hermanos” como “tarea inconclusa que tenemos todos en esta sociedad” en la que “nos estamos desangrando, cuando seguimos en la frontera llamándonos distintos” o “cuando te llamo negro, indio, blanco, musulmán, por eso es la tarea inconclusa, es la utopía a la que estamos llamados, la utopía de la fraternidad”.

Foto: CLAR

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