La desescalada de Reig Pla: test de coronavirus para todos los sacerdotes y trabajadores de la curia de Alcalá

El obispo de Alcalá de Henares, Juan Antonio Reig Pla, ha presentado ayer dos nuevos decretos con medidas para las nuevas fases de la pandemia del coronavirus. Por una parte, el prelado “ha facilitado la realización de tests o pruebas respecto al Covid-19 a los sacerdotes y a las personas vinculadas a la Curia e instituciones diocesanas”. La medida, señala, se ha tomado “pensando en el bien de las personas que recibieron la prueba y en atención a las personas a quienes prestarán sus servicios”.



Colaboración de todos

Reig Plá explica que, en las instalaciones del Obispado, se realizaron ya pruebas de anticuerpos los días 7 y 8 de mayo “a todos los sacerdotes, seminaristas, y a cuantos trabajan o colaboran en Cáritas diocesana, Centro de Orientación Familiar, centro de estudios diocesano, voluntarios de la Catedral”. La prueba ha sido sufragada por la propia diócesis.

Además, el obispo agradece, por una parte, “a todos los sacerdotes y a cuantos colaboran con ellos por el servicio que vienen prestando desde el comienzo de la pandemia”; y, por otra, “a todos los fieles su conducta responsable y atenta a las necesidades de los más pobres a través de las redes de Cáritas e instituciones eclesiales”. También ha tenido palabras para los sanitario y las fuerzas del orden que han colaborado “para que nuestros templos permanezcan abiertos”.

Vuelta a los templos

Además, el obispo ha promulgado un nuevo decreto, el séptimo, con medidas para la vuelta a los templos durante la primera fase. Un decreto que va “en perfecta continuidad con sus anteriores disposiciones y amparado por los derechos inalienables de la Iglesia católica”. A estos decretos los acompaña un ‘Protocolo de actuación ante la relajación por fases de las medidas restrictivas en este tiempo de pandemia’, de 14 páginas.

En los documentos se ofrecen medidas para reforzar la higiene y desinfección de los templos –así como criterios ofrecidos por el Departamento de arquitectura diocesano–, el control de accesos a las celebraciones, las peculiaridades de los distintos sacramentos –por ejemplo para la misa se recomienda que las formas de los fieles sean más grandes de lo habitual y que la del sacerdote esté en otra patena, la desinfección inmediata del sacerdote cada vez que alguien comulgue en la boca…–, las reuniones de grupos, el despacho parroquial, el de Cáritas, los servicios diocesanos y la curia judicial.

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