Un cura de Barbastro, llamado al orden por la misa pública del Domingo de Ramos en pleno confinamiento por el coronavirus

En la localidad oscense de Ballobar ninguno de sus vecinos se ha contagiado con el coronavirus. Eso no implica que la población deba bajar la guardia y por ello la incidencia que ha tenido la celebración del Domingo de Ramos promovida por el párroco Rafael Carrasquer a la que acudieron 4 fieles para participar en las lecturas de la celebración.



Misas suspendidas

Su transmisión a través de las redes sociales y una emisora radiofónica local levantó las alarmas de algunos espectadores que denunciaron que la celebración estaba contraviniendo las normas del confinamiento, según el diario Heraldo de Aragón. Tanto es así que desde la Diócesis de Barbastro-Monzón le han recordado al sacerdote qua la normativa diocesana especifica que están suspendidas todas las celebraciones de la eucaristía con participación de fieles, también la dominical, así como las celebraciones de la Palabra que ofician los animadores de la comunidad.

Los decretos diocesanos también dispensan a los fieles del precepto dominical. Desde el obispado confirman que no había conocimiento de que esta celebración con fieles iba a tener lugar y el párroco asegura que no era consciente del alcance de la decisión. Por su parte, el obispo Ángel Pérez Pueyo, está confinado en la casa sacerdotal de Barbastro, su residencia habitual, y desde ahí preside las celebraciones de Semana Santa. Ha preferido no hacerlo en la catedral “por responsabilidad”, haciendo así innecesario salir de casa.

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