La Iglesia en México: ante el coronavirus y otros males, prevenir, curar y acompañar

  • El obispo responsable de la Pastoral de la Salud en la CEM llamó a procurar la limpieza en el hogar, la higiene personal, el ejercicio y la comida sana
  • Domingo Díaz pidió no dudar en invertir los propios bienes para remediar el dolor o la enfermedad de los hermanos que sufren

Con motivo de la fiesta de Nuestra Señora de Lourdes, este 11 de febrero, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), a través de su Dimensión de la Pastoral de la Salud, llamó a prevenir, curar y acompañar a las personas enfermas.



A través de un comunicado, la dimensión dirigida por el obispo Domingo Díaz Martínez, recordó que la vida y la salud física son bienes preciosos confiados por Dios, por lo que se debe cuidar racionalmente de ellos, teniendo en cuenta las necesidades de los demás y el bien común.

Por ello, el también obispo de Tulancingo señaló que ante las amenazas de la influenza, el cáncer, el coronavirus, el dengue, o la obesidad, la Iglesia propone actuar mediante la prevención, la atención y el acompañamiento a los enfermos.

Prevención

Al referirse a la prevención, Domingo Díaz exhortó a procurar la limpieza en el hogar, la higiene personal, el ejercicio, la comida sana, la vacunación, la bebida saludable y el cuidado de la naturaleza, la casa común.

Esto “nos ayudará a evitar problemas, dolores, gastos y preocupaciones; por lo tanto: optemos por la prevención. Es mejor invertir para prevenir ahora, que invertir y reinvertir para curar mañana”.

Curar

También se refirió a la acción de curar, de sanar a los enfermos, tarea que ha recibido la Iglesia de Jesucristo, la cual se realiza mediante los cuidados que se proporciona a los enfermos, como por la oración de intercesión con la que los acompaña.

“No dudemos en invertir nuestros bienes para enterarnos objetivamente del padecimiento y remediar el dolor o la enfermedad de los hermanos que sufren. ¡Dios nos pagará!”, dijo el obispo

Acompañar

Finalmente, sobre la labor de acompañar, aseguró que la Iglesia está presente en la enfermedad, y fortalece a la familia que sufre; “Es alentador –dijo– saber que en casi todas las parroquias de la Iglesia que peregrina en nuestro México, hay voluntad para acompañar a los enfermos.

Tras señalar que Dios llama a ser corresponsables en el cuidado de la salud, en todos los niveles: persona, familia y hogar; trabajo, escuela, templos, etcétera, Domingo Díaz advirtió: “Si puedes ayudar a los enfermos y no quieres ayudarlos, ¡cuidado!

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