El cardenal Ricardo Blázquez ha enviado esta mañana su saludo al recién elegido presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. El arzobispo de Valladolid y presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE) ha remitido un escueto mensaje al líder socialista, si se compara con el anterior que le dedicó, cuando el PSOE se imponía por primera vez en las elecciones generales del pasado 28 de abril.
- Regístrate en el boletín gratuito y recibe un avance de los contenidos
- OFERTA: Suscríbete antes del 31 de enero
Junto con el saludo, el presidente de la CEE ofrece “nuestra colaboración leal y generosa como obispos de la Iglesia católica, ya que la vida religiosa auténtica contribuye al bien general de la sociedad española” y pide a Dios la luz para su labor al servicio del bien común.
En aquella ocasión, el comunicado remitido por la Oficina de Información de la CEE felicitaba al líder socialista en su nombre y el de todos los prelados españoles. “El respaldo que ha recibido su proyecto en estas elecciones es signo de la confianza que depositan en usted los españoles para proveer el bien común de todos. En esa labor encontrará la colaboración leal de esta Conferencia Episcopal, que está también al servicio de la sociedad”, dijo.
Al mismo tiempo, “le aseguramos nuestra oración para que el Señor le conceda su luz y su fuerza en el desempeño de las altas responsabilidades que los españoles le han encomendado”. “Con nuestros mejores deseos le envío un respetuoso y cordial saludo y mi bendición”, concluía el mensaje de abril.
Se trata de la tercera vez en la que se dirige a Sánchez. La primera fue tras prosperar la moción de censura que le llevó a la Moncloa en junio de 2018. En aquella felicitación le brindó “una vez más mi disposición personal y la de esta Conferencia Episcopal para colaborar sinceramente con las autoridades legítimas del Estado en orden al mejor servicio del bien común”.
Recuerdo al “espíritu” de la Transición
En la última Asamblea Plenaria de los obispos, celebrada a finales de noviembre, el cardenal apeló al “espíritu” de la transición. “En los últimos días, personas con responsabilidades políticas han emitido opiniones sobre nuestra situación; unas claras que tranquilizan, otras bastantes oscuras que dejan perplejidad y otras de carácter reivindicativo que crean sobresaltos”, expresó el purpurado. Y añadió: “No es exagerado decir que probablemente una cierta confusión nos envuelve; como estas manifestaciones que se han ido sucediendo rozan con frecuencia aspectos fundamentales de la Constitución, la inquietud afecta más hondamente a nuestra convivencia”.
También, en una defensa cerrada de la Constitución, Blázquez recalcó que esta “no tiene fecha de caducidad ni está limitada a algunas generaciones”. No obstante, advirtió que “está abierta a posibles reformas para las cuales la misma constitución ha indicado el procedimiento”. En este punto, el presidente de los obispos reclamó que “la concordia de todos dentro de las legítimas diversidades es un bien inestimable”. Por ello, instó a que “la tentación del caso no prevalezca nunca sobre la unidad asegurada por la Constitución”.
