El toque de Sánchez a la Iglesia en su discurso de investidura: “Ninguna confesión puede estar por encima de la ley”

  • El líder del PSOE apenas dedica unos segundos de sus 100 minutos de intervención a hablar sobre la Iglesia
  • Promete impulsar “la recuperación de los bienes indebidamente inmatriculados por la Iglesia”

Pedro Sánchez, en el discurso de investidura

“En un Estado aconfesional no tiene sentido que ninguna confesión se sitúe por encima de la ley ni disfrute de privilegios que hieran el principio de legalidad y el principio de igualdad. Por esa razón, el Gobierno realizara las modificaciones legislativas oportunas para facilitar la recuperación de los bienes que hayan sido indebidamente inmatriculados por la Iglesia”. De esta forma se ha referido Pedro Sánchez a la Iglesia en su discurso de investidura.



El futuro presidente del Gobierno de España, que puede alcanzar la mayoría necesaria en la segunda sesión del próximo martes 7 de enero –cuando solo necesitará una mayoría simple y obtendría el apoyo y las abstenciones de casi todos los partidos autonómicos–, ha dedicado apenas unos segundos de su discurso de más de 100 minutos a citar directamente a la Iglesia. Y ha sido para advertir de privilegios y aludir a las inmatriculaciones. Eso sí, una vez más sin rastro de la manida proclama de denunciar los Acuerdos con la Santa Sede.

Sánchez ha tardado una hora y media en tocar uno de los puntos que aparece en el acuerdo ‘Coalición progresista: un nuevo acuerdo para España’, firmado el pasado 30 de diciembre en el Congreso con Podemos, cuyo resumen ha sido básicamente el contenido del discurso.

Justo al terminar esta breve alusión a la Iglesia, Sánchez ha remarcado –aunque sin citar– el deseo del Gobierno de prohibir a nivel nacional “las mal llamadas terapias de reversión” de la homosexualidad.

Apuesta por el “patriotismo social”

Su alocución ha puesto el foco en lo social, con fuertes llamados al denominado patriotismo social, el discurso feminista y la defensa del planeta. Una vez más, con la promesa de no ceder a los vientres de alquiler y de legislar la eutanasia. Por otro lado, ha vuelto a hacer gala de la exhumación de Franco del Valle de los Caídos, que se hizo con “el mayor de los respetos que merece toda persona, incluso aquellas que no respetaron los derechos humanos”.

Al comenzar su discurso, el líder del PSOE, arropado con aplausos continuos por la bancada de Unidas Podemos y su partido, ha remarcado su respeto a la constitución, con un aviso a quienes le acusan de querer romper España. “No se va a romper España, no se va a romper la Constitución, aquí lo que se va a romper es el bloqueo al Gobierno elegido democráticamente por los españoles”, afirmó con vehemencia en su ya tercer debate de investidura en los últimos tres años.

Sánchez ha recordado también que el PSOE “ha ganado no una sino cinco veces”. Lo que traduce como que “los españoles han votado Gobierno, no parálisis”. Al mismo tiempo que ha advertido que “la derecha democrática “agita los peores presagios sobre el porvenir de España y a la vez se niegan a evitarlos”.

Sobre Cataluña, Sánchez no ha entrado en el acuerdo alcanzado con ERC, solo se ha limitado a anunciar la creación de una mesa de diálogo para “debatir dentro del marco constitucional y poner fin a la confrontación territorial”. Pero ha obviado citar ningún tipo de consulta, aunque sí que ha recordado su respeto a la Constitución.

“No traslademos más división”

Para el líder socialista el camino del país “no puede ser el de la involución”. Por ello, ha prometido un “Gobierno unido” cuya bandera sea “la justicia social, la defensa de los servicios públicos, la libertad y la cohesión y el diálogo territorial”.

Y antes de concluir, el candidato a la investidura lanzó una petición al Congreso: “En unos minutos abandonaré esta tribuna y después escucharé con atención sus intervenciones. Lo único que les pido humildemente es que piensen en la gente que nos ve desde sus hogares. Suban a esta tribuna y defiendan su programa alternativo, porque será un honor escucharles y debatir junto a ustedes. Lo único que les pido es que no contribuyamos a que la convivencia se resienta, no traslademos más división a la calle, más discordia a las empresas, más desencuentro a las familias. Eso, señorías, también es patriotismo”.

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