Y así Vox robó la Navidad: el partido de Santiago Abascal blanquea a Baltasar en su “boceto” de felicitación

Vox Cádiz elaboró una postal que asegura que nunca envió en la que aparecen tres Reyes Magos blancos, omitiendo una tradición de varios siglos que pretendía representar al continente africano

Durante estas fechas es bastante habitual recibir felicitaciones con distintas imágenes que aluden a la Navidad: el Portal de Belén, abetos, ángeles y estrellas… Y, claro está, los Reyes Magos. Así, el presidente de Vox Cádiz, Juan Carlos Sanz, no ha dejado pasar la oportunidad de felicitar las fiestas a los medios de comunicación de la región con una postal. En el boceto, que el partido asegura que nunca llegó a enviar, aparecen los que (presumiblemente) son los tres magos de Oriente. Pero son todos blancos.



El diseño no representa, de esta manera, a Baltasar, tradicionalmente el Rey Mago de raza negra. Este detalle, como no podía ser de otra manera, no ha sentado bien en Twitter, si bien en esta red social el partido de Santiago Abascal ha cambiado la imagen por otra de un nacimiento.

“Cuando Jesús nació en Belén de Judea en días del rey Herodes, vinieron del oriente a Jerusalén unos magos diciendo: ¿Dónde está el rey de los judíos, que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el oriente, y venimos a adorarle”. Así relata San Mateo en su evangelio la escena en la que aparecen estos personajes tan representativos de la Navidad actual. 

Una tradición de más de 15 siglos

Ni eran tres, ni había camellos, ni se especifica el nombre y la raza de cada uno. Sin embargo, en el siglo V el papa León I estableció que el número de Reyes Magos era tres, y un siglo más tarde una iglesia de Rávena (Italia) introduce sus nombres: Melchor, Gaspar y Baltasar.

Desde el siglo XV la tradición representa a uno de ellos de color negro. Todo ello, con el fin de representar a las tres razas conocidas en ese momento, así como las tres edades del hombre y los tres continentes: Asia, África y Europa. Una tradición que, para Vox, no merece la pena ser respetada.

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