Chile: De la desolación a la esperanza

Superiores y superioras provinciales analizaron la crisis de la iglesia chilena para definir el aporte de la vida consagrada que ayude a superarla.

Ya el lema de la 49ª asamblea general de la Conferencia de Religiosos y Religiosas de Chile, CONFERRE, denuncia el ánimo en los consagrados del país: “Vida consagrada: de la desolación a la esperanza”, inspirado en el mensaje que les hizo el Papa, en la Catedral de Santiago durante su reciente visita al país. Ese fue el tema que enmarcó las reflexiones de unos 120 participantes que llegaron hasta el Centro de Espiritualidad “Loyola”, en Padre Hurtado, localidad cercana a Santiago.

Con la primera mañana, dedicada al retiro y la oración, se abrió la asamblea. La tarde se ocupó en conocer y reflexionar en grupos sobre la carta del Papa Francisco a los obispos de Chile buscando cómo acogerlos en la vida religiosa apuntando a fortalecer la comunión eclesial.

La visita del Papa

La jornada del martes 17 estuvo centrada en el análisis de la contingencia y los frutos que dejó la visita del Santo Padre en enero pasado, a través de tres testimonios. El primero fue de la hermana Nelly León, capellana de la cárcel de mujeres que visitó el Papa, quien compartió los emotivos efectos del diálogo que las reclusas tuvieron con Francisco y de la conmovida recepción a su calidez y cariño; luego el obispo de Rancagua y presidente del Consejo nacional para el abuso, Alejandro Goic, expuso la acogida de los obispos en su asamblea a la carta del Papa y los desafíos que plantea a la iglesia chilena; finalizó el salesiano Claudio Cartes sobre el mensaje del Papa a los jóvenes poniendo en ellos el eje de otros mensaje y de la preparación al próximo Sínodo.

Finalmente, las presentaciones concluyeron con la intervención de la Comisión de Prevención de Abuso, cuando la Hna. Marcela Sáenz y el Padre David Albornoz, entregaron las principales indicaciones de las líneas guías propuestas por la Conferencia Episcopal, así como las normas y procedimientos que CONFERRE indica para estas situaciones.

Sentimos vergüenza

En su mensaje conclusivo, los religiosos y religiosas de Chile “expresamos nuestra tristeza y desolación ante los acontecimientos que hemos vivido como Iglesia chilena”. “Sentimos vergüenza por los abusos de poder, de conciencia y sexuales cometidos por hermanos nuestros, agrega el mensaje, y que han provocado tanto dolor y sufrimiento en las víctimas y escándalo y desconcierto en el pueblo fiel. También somos conscientes de nuestros silencios, negligencia y falta de compromiso en el acompañamiento de los que han sufrido estos abusos”, reconocen.

Estimulados por el testimonio ejemplar del Papa Francisco en su carta a los obispos, definen varias líneas de acción en las que se comprometen a trabajar: acompañar procesos de conversión y reconciliación apoyando sobre todo a víctimas de abusos; contribuir a revitalizar la comunión y justicia, incluso en relaciones más fraternas con los pastores; ayudar a transformar las estructuras machistas y clericales; como María ‘salir de prisa’ a encontrarse con el clamor del pueblo que sufre; y, atender los actuales cambios culturales y sociales.

Concluyen con la invitación que les hizo Francisco en la Catedral: “que pidamos a Dios nos dé la lucidez de llamar a la realidad por su nombre, la valentía de pedir perdón y la capacidad de aprender a escuchar lo que Él nos está diciendo y no rumiar la desolación”. Ahora con la esperanza en sus corazones, desde la fe en Jesús Resucitado, concluyen su mensaje diciendo que “alimentamos con la guía del Espíritu, la esperanza de otra sociedad, otra Iglesia, otra vida consagrada que sea ‘tierra de sueños y hospitalidad’ para el futuro de Chile”.

 

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