CRÓNICA VATICANA – Francisco teme “la gran guerra mundial por el agua”

El Papa visita a la comunidad anglicana de Roma y anuncia un posible viaje a Sudán del Sur con Welby

La Casina Pío IV es un coqueto edificio construido en el siglo XVI dentro de los jardines vaticanos por Pablo IV y Pío IV como lugar de recreo. Desde 1922 es la sede de la Academia Pontificia de Ciencias y, desde 1994, de la Pontificia Academia de Ciencias Sociales, creada por san Juan Pablo II. Francisco ha dado a esta última múltiples encargos y, desde hace meses, se suceden en ella numerosos congresos.

El último ha tenido lugar los días 23 y 24 de febrero sobre el tema El derecho humano al agua. Aportes y perspectivas interdisciplinarias sobre la centralidad de las políticas públicas en la gestión del agua y del saneamiento. Problema clave para Bergoglio, que, en Laudato si’ (n. 30), afirma: “El acceso al agua potable y segura es un derecho humano básico, fundamental y universal, porque determina la supervivencia de las personas y, por lo tanto, es condición para el ejercicio de los demás derechos humanos”.

Han participado casi un centenar de especialistas provenientes de varios países, entre los que destacan el cardenal brasileño Cláudio Hummes, el Gran Rabino de Roma, Riccardo di Segni; el presidente ejecutivo del Banco Latinoamericano de Desarrollo, Enrique García; el filósofo italiano Gianni Vattimo, los argentinos José Luis Lingeri y Luis Liberman y, naturalmente, Marcelo Sánchez Sorondo, canciller de la Academia y promotor de esta y de otras iniciativas similares.
En la introducción al debate se afirmaba que “la salvaguarda de los recursos hídricos, la educación para el cuidado del agua, el acceso al agua potable y al saneamiento deben transformarse en prioridad en la agenda de los gobiernos y deben adquirir centralidad en las políticas públicas, dada su potencial escasez y su innegable contribución al bien común”.

Niños muertos al día

Sin embargo, las cifras que ofrecen al respecto la ONU y la Organización Mundial de la Salud (OMS) son muy preocupantes: 1.700 millones de seres humanos están privados de un acceso a fuentes hídricas limpias y seguras, el 40% de la población mundial sufre por la carencia de agua y, como subrayó el Pontífice en su discurso, “cada día mil niños mueren a causa de enfermedades ligadas al agua”.
En su alocución, pronunciada el viernes 24, el Papa no se detuvo en florituras: “El derecho al agua es determinante para la supervivencia de las personas y decide el futuro de la humanidad. Es prioritario educar a las próximas generaciones acerca de la gravedad de esta realidad. Me pregunto, en medio de esta ‘tercera guerra mundial a trozos’ que estamos viviendo, si no estamos andando hacia la gran guerra mundial por el agua”.

Antes había recordado que “todos los estados están llamados a concretar, con instrumentos jurídicos, lo que indica la resolución aprobada por la Asamblea General de la ONU en 2010 sobre el derecho humano al agua potable y a la higiene”. Al final de su discurso, el Santo Padre firmó la declaración final, ratificada por los 95 expertos y políticos presentes, en la que se recalca que el problema del agua no es “prioritariamente de escasez, sino de una gestión inadecuada de este recurso”. Para conseguir el fin de suministrar el líquido elemento a todos los habitantes del planeta, es necesario que “los gobiernos tengan la voluntad y la fuerza política y puedan generar los cambios necesarios, siguiendo el imperativo moral de los Objetivos de Desarrollo Sostenible”. En consecuencia, hay que caminar hacia la construcción de políticas públicas, globales, estatales y locales que incluyan “mecanismos de participación reales y efectivos para el ejercicio pleno de la ciudadanía y del cuidado de la casa común”.

Diálogo en camino

La primera visita del obispo de Roma a una iglesia anglicana de su diócesis tuvo lugar el domingo 26 y, como subrayó lord Robert Innes, obispo de Gibraltar y responsable de las comunidades anglicanas en Europa continental, ha sido un “hecho histórico”. La ocasión la brindaba el segundo centenario de la erección de la iglesia All Saints, en la céntrica vía del Babuino.

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