Para empezar por algún lado

La parroquia Cristo Rey de La Plata llevó adelante su VII Semana Social para reflexionar sobre la importancia de la educación, la cultura y el deporte.

SS-apertura

Muchas veces los partidos políticos se sorprenden y buscan encontrar el motivo de semejantes convocatorias que realiza la Iglesia católica. Y el secreto no es otro que estar con la gente, involucrarse con ellos, con lo que sienten, con sus inquietudes. Y este es el caso de la VII Semana Social, de de la parroquia Cristo Rey de la ciudad de La Plata (Buenos Aires). Al menos así lo expresa Emilio Rodríguez Ascurra, uno de los jóvenes que forma parte del equipo organizador, y así se lo comprueba con la participación de la gente en las distintas jornadas. “Esta experiencia reúne a diversas personalidades cada año, con miradas distintas y por tanto enriquecedoras, y se proponen objetivos concretos que lentamente van desarrollándose, éste es, tal vez, uno de los principales motores que dan vida año tras año a eventos como éste: ver al vecino en lo concreto y cotidiano, no como parte de un discurso, sino como aquel que nos necesita y ante quien no podemos dar vuelta la mirada. En resumen, se persigue la promoción y la amistad social, la Evangelización”.

Esta Semana Social nace en 2000 en el barrio platense de Villa Elvira. Allí es donde se emplaza la parroquia Cristo Rey y los colegios parroquiales Santa María y San Jorge. Rubén Marchioni es el párroco que motoriza toda esta obra eclesial de la arquidiócesis de La Plata, pero también, una vez al año mueve a la Pastoral Social de su parroquia y a un nutrido equipo joven que le dan vida a cada Semana Social.

Motivada por la necesidad de encontrar un espacio para reflexionar y dialogar sobre las diversas problemáticas sociales, económicas y culturales, se han realizado siete Semanas Sociales en la parroquia Cristo Rey, de las que participaron distintas agrupaciones sociales como Vecinos de a pie, políticos, economistas, dirigentes gremiales, empresarios, artistas, deportistas, miembros de otros credos religiosos y otras personalidades de la cultura. “Se llega a la VII edición de la Semana Social con la convicción de ser un espacio creado para promover la cultura del encuentro, sin banderas ideológicas ni religiosas, y con la firmeza de espíritu de saber que algo se puede y se debe hacer, y que por algún lado hay que comenzar. Parafraseando a san Agustín, nada de lo humano nos es ajeno”, sostiene Marchioni.

Entre el 19 y el 23 de octubre varios centenares de personas pasaron por las diversas presentaciones, actividades artísticas y exposiciones que formaron parte de esta VII Semana Social. Este año, la convocatoria se realizó bajo el trinomio Educación, cultura y deporte, “tres ejes desde los cuales poder analizar el desarrollo integral de la persona –define Ascurra–; al tiempo que fueron tres puntos de debate que se complementan mutuamente y que es necesario reafirmarlos individualmente en tanto promotores de diversos aspectos de la persona humana”. Y asevera: “La vulnerabilidad humana ha sido el eje por el cual se miraron a los tres temas en cada una de las distintas jornadas, siempre desde el enfoque del diagnóstico que busca ser propositivo en sus conclusiones y, en lo concreto, en las necesidades del barrio. La educación, la cultura y el deporte son tres pilares esenciales para solucionar los problemas actuales de nuestro pueblo”.

Fortalecer la vida social

Con un evento como este, según el joven periodista y docente Ascurra, se intenta “promover la cultura del encuentro, del diálogo, de la participación de todos, valores que brotan del Evangelio y que la Iglesia plasma en la Doctrina Social de manera concreta, no como ideas abstractas”.

Esta VII Semana Social tuvo una apertura pasada por agua ya que, durante toda la jornada del miércoles 19, la lluvia fue constante. Sin embargo, el auditorio de la unidad educativa parroquial se llenó al extremo. El mensaje de bienvenida estuvo a cargo de Jose Sagastume, de la Pastoral Social de la parroquia Cristo Rey. Luego se dio paso al panel que abrió la VII Semana Social, conformado por cargo de Alberto Bochatey, obispo auxiliar de La Plata; Daniel Salvador, vicegobernador de la provincia de Buenos Aires; los intendentes de las ciudades de La Plata y Berisso –dos de los partidos que componen la arquidiócesis de La Plata–, Julio Garro y Jorge Nedela, respectivamente; y Luciano Román, jefe de redacción del diario El Día.

Pero también, las jornadas de esta Semana Social contaron con la participación de catedráticos como Elda Agüero y Yamila Olariaga, de deportistas como Luis Le Moal, Ricardo Rezza y Claudio Gugnali, y de artistas como Alejandro Balestra y Miriam Miguens, entre otros.

Cada año se propone un tema central como eje de debate –los temas de las Semanas Sociales anteriores fueron trabajo y salario justo, derechos humanos, la familia, relaciones internacionales, asociaciones intermedias y los sindicatos–, pero siempre abordados desde la vida social. Siempre, para tratar los temas “se busca a personas idóneas y con ganas de participar, comprometidas en lo que hacen y esperanzadas en que es posible mejorar, allí está la clave para la selección de cada participante, que esté convencido de que es posible cambiar las cosas”, afirma Ascurra.

A lo largo de estas jornadas han pasado muchos vecinos dispuestos a escuchar y formar parte del debate. Al mismo tiempo, distintas personalidades del quehacer social, cultural, deportivo, político y académico han ayudado a repensar los propósitos del lema de la VII Semana Social: Educación, cultura y deporte.
“Una vez más creemos que el balance de esta VIII Semana Social es muy positivo en tanto nos ayuda a seguir caminando y trabajando como comunidad que sale al encuentro del otro y prefiere, como nos enseña el papa Francisco en Evangelii Gaudium, una Iglesia accidentada antes que enferma por la comodidad”, asegura el padre Marchioni.

NICOLÁS MIRABET

 

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