Cinco obispos colombianos apoyarán el diálogo con el ELN

guerrilleros miembros del Ejército de Liberación Nacional en Colombia entrega las armas

El país sigue buscando la paz entre la incertidumbre y la esperanza

guerrilleros miembros del Ejército de Liberación Nacional en Colombia entrega las armas

Varios guerrilleros del ELN entregando sus armas

MIGUEL ESTUPIÑÁN (BOGOTÁ) | El presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia y arzobispo de Tunja, Luis Augusto Castro, ha anunciado que él mismo y los prelados de Cali, Arauca, Chocó y Tibú participarán “como elemento de apoyo, no como delegados mediadores”, en los diálogos de paz del Gobierno con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), anunciados el 10 de octubre y cuya fase pública de negociación arrancará el próximo día 27.

Por otra parte, el propio Episcopado ha compartido con sus compatriotas “el anhelo de que pronto se llegue a un acuerdo definitivo con las FARC”, como señala en una nota dada a conocer al término de su Asamblea Extraordinaria celebrada los días 13 y 14. En él, los pastores expresan su ilusión de que acaben todos los enfrentamientos armados que han bañado en sangre al país, “así como los demás factores que han generado y siguen generando injusticia y violencia”.

Este es también el deseo y el desafío del presidente Juan Manuel Santos, después de que el 2 de octubre la mayoría de los votantes en el plebiscito convocado no apoyara el acuerdo firmado el 27 de septiembre por el mandatario y por el comandante de las FARC.

Desde el día posterior a la consulta y hasta el 20 de octubre, el Ejecutivo ha escuchado a actores políticos y miembros de la sociedad civil para buscar un pacto nacional. Hay desacuerdos en temas como la justicia transicional, la conversión de los acuerdos de La Habana en normas, las condiciones de los miembros de las FARC en el futuro, el tratamiento del narcotráfico como delito político o la propiedad de las tierras.
Movilizaciones

Mientras, los días han ido pasando acompañados de multitudinarias movilizaciones que claman por superar la incertidumbre. El viernes 7, el país amaneció con la noticia de que el presidente Santos recibirá el Nobel de la Paz, “un tributo a los colombianos que, a pesar de grandes dificultades y abusos, no han perdido la esperanza de una paz justa”, según el comité que otorga el galardón.

El martes 11, la Plaza de Bolívar, en el centro de Bogotá, vio llegar la noche cubierta con una enorme tela blanca, sobre la que se escribieron nombres de víctimas del conflicto. Y, al día siguiente, el lugar se volvió a llenar, esta vez en homenaje a la resistencia civil de quienes más han sufrido la violencia.

Publicado en el número 3.008 de Vida Nueva. Ver sumario

 


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