“La Vida Consagrada todavía tiene capacidad para contagiar alegría”

Provinciales de varias congregaciones reflexionan sobre qué ha supuesto este año dedicado a los religiosos

religiosos-y-religiosas-G

El Papa ha pedido a la VC que esté atenta al mundo y que sea experta en comunión

JOSÉ LORENZO | Miradas hacia dentro y hacia fuera, para reencontrarse con lo esencial de esta vida, para reafirmarse en la misión, en las motivaciones tanto personales como en las que acompañan el carisma específico, para volver a compartir encuentros en donde se testimonie la vivencia de los votos y se manifieste con otras realidades la comunión entre los distintos carismas, siendo capaces de reconocerse los unos con los otros, fraternalmente. Para esto, entre otras cosas, ha servido el Año de la Vida Consagrada que acaba de clausurar Francisco en Roma, según confiesan varios provinciales españoles a Vida Nueva.

Pero también ha servido para recuperar un ánimo a veces alicaído, abrumado por críticas e incomprensiones de algunos pastores y prefectos vaticanos. En este sentido, que un Papa que, además es religioso, les haya puesto durante todo este año en el centro de la mirada y el cariño de toda la Iglesia “nos anima mucho”, como señala Francisco José Ruiz Perez, provincial de la Compañía de Jesús en España. “Quizás el Papa está ayudando a entender que la Vida Consagrada (VC) es signo del dinamismo evangélico de la Iglesia, y un signo necesario. Está ayudando a difundir entre los bautizados la conciencia de la importancia de la VC en la Iglesia”, señala el jesuita.

“Se nota que el Papa es religioso, y eso nos agrada”, apunta por su parte Miguel Ángel Cortés, provincial de la Compañía de María (marianistas) de España. “Que él nos ponga en el centro de la mirada de la Iglesia nos estimula, y es una firme llamada a la responsabilidad, a ser de verdad lo que tenemos que ser”. Pero si aprecia este sentimiento, también le gustaría “que tanto los laicos como los sacerdotes seculares conocieran y apreciaran más a la Vida Religiosa en sí misma, y no solo las tareas que llevamos a cabo”.

Visibilizar la alegría

Ida Colomboprovincial de las Misioneras Combonianas en España, es de las que piensan que sí, que la VC se ve todavía con capacidad para contagiar esa alegría que les demanda el Papa. Su comunidad ya está viviendo ese sentimiento con la acogida, en su postulantado de Granada, de cuatro jóvenes procedentes de diferentes países europeos; pero también está alegre porque alberga el convencimiento de que “la vida comunitaria, el compromiso con los pobres, el compartir el Evangelio de Jesús como vida abundante para todos, todavía dice algo al mundo”.

“Evidentemente nos anima”, señala a su vez Margarita Navío, superiora provincial de España de las adoratrices, al comentar este aprecio especial del papa Francisco por la VC, algo que “nos hace tomar conciencia y consciencia de un presente que está vivo en la Iglesia y en el mundo, y nos empuja a ser presencias visibles desde la minoría en esta globalidad en la que estamos inmersas”.

“La Vida Religiosa que yo conozco nunca ha perdido la alegría del Evangelio”, sostiene el provincial de los marianistas. “Otra cosa es –añade Miguel Ángel Cortés– que la alegría que vivimos sea capaz de contagiar, competir con otras alegrías más ruidosas y llamativas”. También “es real” la alegría que viven las adoratrices desde la entrega a su misión y desde un proceso de revitalización congregacional que han impulsado, aprovechando precisamente este año especial. Pero, como apunta Margarita Navío, esa alegría “hay que hacerla visible en los otros, de manera que contagie, como en un tiempo no tan lejano nos contagió a las que estamos. Y eso sí es posible”.

Artículo íntegro solo para suscriptores

En el nº 2.975 de Vida Nueva

 

LEA TAMBIÉN:

Compartir