Si la justicia se corrompe

Los evangelios colocan en labios de Jesús una expresión de un contenido profundo en lo que se refiere al objeto de su predicación: “busquen el Reino de Dios y su justicia y lo demás se les dará por añadidura” (Mt 6,33) .Así de sencillo pero así de capital es el asunto de la justicia, desde el Reino predicado por el maestro Galileo.

Los fenómenos que desde hace algunos años van señalando serias dificultades en los órganos de justicia en Colombia nos sumergen en la aterradora constatación de una consecuente quiebra de muchos otros valores si la justicia se corrompe. Tenemos que decir que todo lo demás no nos vendrá por añadidura, sino que es posible que todo lo demás se deteriore

No podemos ser indiferentes ante los signos de que algo no va o no anda en lo que a honestidad y pulcritud en lo relativo a la justicia en el país se refiere; y no solo a nivel de los organismos de envergadura sino igualmente a los juzgados de pequeños pueblos o de ciudades intermedias y capitales. Decisiones judiciales retrasadas por años y años o que son torcidas por abogados y funcionarios bien pagados. Y ello conlleva dolor y sufrimientos intensos para tantos colombianos y colombianas.

Ciertamente que vivimos un momento delicado en el país por lo que implica de pérdida de credibilidad en tantos organismos que deberían ser signo de claridad y transparencia incuestionables. Si esta sal se está volviendo insípida, ¿con qué se le devolverá el sabor? Una conversión de la justica a partir de una seria internalización de los valores que han construido de igual manera a la gente honrada del país es tarea urgente para que nuevamente podamos afirmar que, porque se busca la justicia del Reino, es posible que lo demás venga. Quisiéramos confiar en ello.

Ignacio Madera Vargas, SDS

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