La investidura del noveno cardenal colombiano

La celebración tuvo lugar en la Catedral Primada

La celebración tuvo lugar en la Catedral Primada

Monseñor José de Jesús Pimiento, nuevo titular de la iglesia de San Juan Crisóstomo

Como es sabido, el 14 de febrero se llevó a cabo en la basílica de San Pedro el segundo consistorio para la creación de cardenales durante el pontificado de Francisco. Según analistas, la lista de los 20 nuevos purpurados es un acto de gobierno elocuente por parte del Papa. “Refleja su apertura a las periferias del mundo y su voluntad de cambio gracias a las aportaciones de culturas y sensibilidades hasta ahora poco presentes en la Iglesia”, señaló Antonio Pelayo, corresponsal de Vida Nueva en el Vaticano.

Durante su homilía, el obispo de Roma afirmó que “el cardenalato es, ciertamente, una dignidad, pero no una distinción honorífica”. “Ya el mismo nombre de ‘cardenal’, que remite a la palabra latina cardo (quicio), nos lleva a pensar no en algo accesorio o decorativo, como una condecoración, sino en un perno, un punto de apoyo y un eje esencial para la vida de la comunidad. Son quicios y están incardinados en la Iglesia de Roma que ‘preside toda la comunidad de la caridad’. En la Iglesia, toda presidencia proviene de la caridad, se desarrolla en la caridad y tiene como fin la caridad”. 

El mensaje del Papa en la jornada también giró en torno a subrayar que en el Evangelio de los marginados se descubre y se revela la credibilidad de la Iglesia. Por tal razón dijo a los cardenales que “no descubrimos al Señor si no acogemos auténticamente al excluido”. Igualmente, los invitó a servir a la Iglesia “en modo tal que los cristianos (edificados por nuestro testimonio) no tengan la tentación de estar con Jesús sin querer estar con los marginados, aislándose en una casta que nada tiene de auténticamente eclesial”. 

Mensaje a la Iglesia local

Tres cardenales: Salazar, Pimiento y Rubiano

Tres cardenales: Salazar, Pimiento y Rubiano

El sábado 28 de febrero tuvo lugar en la Catedral primada de Bogotá la ceremonia de investidura del noveno cardenal de la Iglesia colombiana: Mons. José de Jesús Pimiento, quien no viajó a Roma para el consistorio debido a su avanzada edad; también debido a ella, ejercerá su ministerio en el país. 

Además de un nutrido grupo de laicos, entre los cuales se encontraba el nuevo embajador de Colombia ante la Santa Sede, Guillermo León Escobar, a la actividad asistieron numerosos obispos y representantes del clero, provenientes de diferentes partes del país. 

En un mensaje firmado el 4 de febrero y leído por el Nuncio Apostólico, Mons. Ettore Balestrero, el papa Francisco destacó los méritos del obispo emérito de Manizales, quien ahora hace parte del colegio cardenalicio para ayudarle a tratar los más altos asuntos de la Iglesia. También le asignó oficialmente el título de la iglesia romana de San Juan Crisóstomo, ubicada en el barrio Monte Santo Alto.

En su discurso, el cardenal Pimiento afirmó que interpreta su nueva vocación como “llamamiento a nuestra Iglesia local, que peregrina en Colombia, a asumir íntegra y decididamente la Nueva Evangelización con todas sus características y dimensiones de cambio radical de la predicación y catequesis, como plantea la exhortación Evangelii gaudium”. 

El prelado comentó los diversos elementos considerados en la carta autógrafa enviada por el Papa desde Roma, los cuales coinciden con lo señalado en la homilía del consistorio. Subrayó, además, que su nombramiento corresponde al interés del obispo de Roma de reconocer el trabajo que los “eméritos” han desempeñado en la Iglesia.

Antes de la acción de gracias, reflexionó sobre la escena bíblica de la transfiguración de Jesús, destacando el carácter de discípulo y misionero de todo cristiano, en sus palabras, “un crecimiento interminable con dinamismos de renovación y transformación continuados”. 

Texto: VNC 

Fotos: Arquidiócesis de Bogotá

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