Último ángelus del pontífice antes de su viaje a Sri Lanka y Filipinas
El Papa bautizó a 33 niños en la Capilla Sixtina
Á. ESPINOSA | Día lluvioso en la plaza de San Pedro. Menos fieles que los acostumbrados para el rezo del ángelus ayer domingo 11 de enero, fecha en la que se celebra la solemnidad del Bautismo de Jesús. Aun así, fueron decenas de miles los que se congregaron en torno a la basílica para escuchar las palabras del papa Francisco.
Francisco recordó el momento en que Juan Bautista bautizó a Jesús, se abrieron los cielos y se escuchó la voz de Dios, diciendo “Este es mi hijo amado”; y señaló que “Con el bautismo se ha terminado el tiempo de los cielos cerrados”.
“Los cielos abiertos –prosiguió el Papa– significan que Dios ha entregado a su hijo para que la Tierra se convierta en la casa de Dios para los hombres. Cada uno tiene la posibilidad de encontrar a los hijos de Dios, experimentando el amor”.
Un amor de Dios que “podemos encontrar en los sacramentos”, pero también “en los rostros de los hermanos, especialmente en los más pobres, los encarcelados, los prófugos: ellos son carne viva del Cristo sufriente e imagen visible del Dios invisible”.
Bergoglio destacó además que el Espíritu Santo, es el mismo que guía la existencia cristiana. Y afirmó que un cristiano y una comunidad “sordos” a la voz del Espíritu Santo que nos impulsa a llevar el Evangelio hasta los confines de la tierra, se transforman también en un cristiano y una comunidad “mudos” que no hablan y no evangelizan.
En el saludo posterior al rezo, Francisco recordó que “hoy hay mucha necesidad de misericordia, y es necesario que los laicos lo vivan en los distintos ambientes sociales. Estamos viviendo el tiempo de la misericordia”.
Finalmente, el Santo Padre pidió a los presentes una oración para el viaje que hoy lunes inicia a Sri Lanka y Filipinas.
Bautizos en la Capilla Sixtina
Antes, Francisco había bautizado a 33 niños en la ceremonia anual celebrada en la Capilla Sixtina. Comentando las lecturas del día, el Papa recordó a padres y padrinos la importancia de la Palabra de Dios en la vida de los creyentes: “Como un buen papá y una buena mamá, Dios quiere dar cosas buenas a sus hijos. Y ¿qué cosa es este alimento sustancioso que Dios nos da? Es su Palabra: su Palabra nos hace crecer, nos hace producir buenos frutos en la vida”.
