Durante la misa de Año Nuevo conmemorativa de la Jornada Mundial de la Paz
M. PÉREZ | Inaugurando el 1 de enero con la Solemnidad de María Santísima Madre de Dios, día en que también se celebra la XLVIII Jornada Mundial de la Paz, el papa Francisco ha pedido que Dios “conceda la paz a nuestros días. Paz en los corazones, paz en las familias, la paz entre las naciones”, y ha subrayado que todos estamos “llamados a ser libres”.
En su primera homilía del año, Francisco también ha pedido “luchar contra las formas modernas de esclavitud”, tales como “la pobreza, el subdesarrollo y la exclusión, la falta de acceso a la educación, la corrupción, los conflictos armados, la violencia, el crimen y el terrorismo”. Además, en su primer mensaje en Twitter del año, el Papa ha querido referirse a los niños que sufren en todo el mundo.
“Todos estamos llamados a ser libres, todos a ser hijos y, cada uno de acuerdo con su responsabilidad, a luchar contra las formas modernas de esclavitud”, ha afirmado el pontífice argentino en la Basílica de San Pedro.
El Papa también ha clamado contra las “escasas” oportunidades de trabajo: “Los Estados deben vigilar para que su legislación nacional en materia trabajo respeten la dignidad de la persona”, así como la “corrupción de quienes están dispuestos a hacer cualquier cosa para enriquecerse”.
“Estamos frente a un fenómeno mundial que sobrepasa las competencias de una sola comunidad o nación”, ha sentenciado. “Para derrotarlo, se necesita una movilización de una dimensión comparable a la del mismo fenómeno. Por esta razón, hago un llamamiento urgente a todos los hombres y mujeres de buena voluntad, y a todos los que, de lejos o de cerca, incluso en los más altos niveles de las instituciones, son testigos del flagelo de la esclavitud contemporánea, para que no sean cómplices de este mal, para que no aparten los ojos del sufrimiento de sus hermanos y hermanas en humanidad, privados de libertad y dignidad, sino que tengan el valor de tocar la carne sufriente de Cristo”.
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