Carmelo Erdozáin Gil: “El pueblo necesita melodías y júbilo para cantarlas”

Entrevista con el compositor de música religiosa en el lanzamiento de su último disco

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JOSÉ LUIS CELADA | El sacerdote navarro Carmelo Erdozáin Gil (Aibar, 1939) sacó las carreras de Composición y Órgano en el Conservatorio Pablo Sarasate de Pamplona, antes de obtener la licenciatura y el magisterio en Canto Gregoriano en el Pontificio Instituto de Música de Roma con un trabajo de musicología sobre Bernardo Clavijo del Castillo.

Amplió sus estudios en Darmstadt (Alemania) y logró el Diploma di Merito en la prestigiosa Academia de Siena (1970). Premio Bravo en 1985 por sus trabajos discográficos, el actual vicario de la parroquia pamplonesa de San Nicolás compagina su actividad pastoral (“la Eucaristía diaria, el confesionario, enfermos y organista responsable de la música”) con su faceta de compositor, cuyo último fruto son los Cantos para “Tiempos fuertes”.

PREGUNTA: Con este nuevo trabajo celebra sus bodas de plata como compositor: ¡25 discos!, ni más ni menos. ¿Esperaba llegar hasta aquí cuando inició su andadura?

RESPUESTA: Al inicio hubo dos momentos decisivos: el encuentro con el P. Gelineau, Deiss, etc. en un congreso de música en Suiza, durante el Concilio. Posteriormente, en la Academia de Siena y en Darmstadt, me di cuenta de la crisis moral e ideológica en varios aspectos de la música contemporánea y me decanté por la composición religiosa en castellano para la gente del pueblo. Desde entonces, he compuesto unos 300 cantos hechos con mucho fervor.

P: ¿Sigue aún buscando el gran éxito de su vida o el Cantoral básico para parroquias, colegios y comunidades es el mejor exponente de sus inquietudes y desvelos?

R: Me gustaría componer todavía algo más sobre Jesucristo con temas y ritmos juveniles. La figura de Jesús es inagotable. De hecho, muchos de mis cantos sobre Jesucristo los he reunido en dos discos importantísimos: Cristo el Mesías y El Hijo de Dios vivo. En cuanto al Cantoral básico (200.000 ejemplares), es un complemento bueno, barato y duradero que ayuda a que se cante más. Un éxito editorial.

P: ¿Qué le debe la música litúrgica a Carmelo Erdozáin?

R: No creo que el gregoriano vuelva al pueblo; siempre lo ha cantado muy mal. El pueblo necesita melodías y júbilo para cantarlas. Nos falta esto último. Yo propongo mis cantos, una oferta amplia y rica en ritos y tiempos litúrgicos, como este nuevo CD: Cantos para “Tiempos fuertes” (San Pablo, 2014).

P :¿Tiene suficiente protagonismo la música en la liturgia actual de la Iglesia?

R: La liturgia católica debe cambiar mucho en ritos, participación del pueblo, compromiso social, introducción de técnicas audiovisuales, etc. En ese caso, habría más oportunidad y mejor música cristiana. En el mundo hispano, hay cientos de miles de católicos que se pasan al protestantismo, en parte por la música.

P: ¿Qué opinión le merece la música religiosa que se hace hoy en España?

R: Por un lado, hay un boicot a casi todo lo religioso en los medios. La COPE no hace casi nada, ni el canal 13TV: la Misa de las 9 de la mañana de los domingos, en su parte musical, en cuanto al repertorio, puede ser objeto de investigación en una tesis doctoral sobre la pregunta que me hace.

Por otro lado, está la piratería (no denunciada por casi nadie), que es un robo. Tampoco tenemos una dirección nacional –a nivel musical– que sea eficaz, competente y con personas partidarias de la no manipulación ni del encargo a dedo.

En el nº 2.910 de Vida Nueva

 

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