Los evangélicos demandan más neutralidad

Las comunidades musulmana y judía subrayan el papel conciliador de don Juan Carlos

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MIGUEL ÁNGEL MALAVIA | El mismo día de la abdicación de Juan Carlos I, el 2 de junio, la Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de España (FEREDE) hizo público un comunicado valorando su reinado y realizando propuestas concretas a su sucesor.

Por lo primero, los evangélicos españoles muestran su “reconocimiento” a don Juan Carlos:

Por los años de leal servicio a nuestro país, por su papel durante la Transición y por su compromiso con la consolidación de la democracia (…) Servicio que le ha instalado para siempre en un lugar tan destacado, como sin duda merecido, en la historia reciente de España.

Sin embargo, en lo que atañe a su condición de jefe de Estado de una nación cuya Constitución define como aconfesional, sí encuentran motivos para la crítica, lamentando el título de “rey católico” que, a su juicio, ha supuesto una barrera hacia los miembros de sus confesiones.

En este sentido, consideran, la ostentación de este título ha supuesto “el impedimento invocado por la Casa Real para que don Juan Carlos no asistiera nunca en cuatro décadas a un acto, ni visitara jamás una iglesia protestante en España”. Algo que, lamentan, “ha sido una rémora para ese deseo confeso de Don Juan Carlos de ser rey de todos los españoles”.

Por ello, desde FEREDE saludan con esperanza la sucesión de la Corona en Felipe VI, al que le solicitan un “impulso renovador” que también se aprecie en:

La consolidación de una España más igualitaria, más plural y más neutral en materia religiosa. (…) Como cristianos evangélicos y protestantes, anhelamos que el futuro monarca pueda encarnar también la realidad de una España del siglo XXI, moderna y plural en ‘lo religioso’, despojándose del marcado sesgo de confesionalidad religiosa que aún pervive en la monarquía española y, de diferentes maneras, en el conjunto de las instituciones del Estado.

En su mensaje, la Federación Española de Entidades Religiosas Islámicas (FEERI) olvida cualquier atisbo de crítica y reconoce que Juan Carlos I, “realmente, ha sido un rey para todos los ciudadanos españoles, entre ellos, los casi dos millones de musulmanes”, que han percibido su “cercanía y proximidad”, percibiendo como gran hito la firma del Acuerdo de Cooperación entre el Estado español y la Comisión Islámica de España, en 1992 [ver BOE].

Por su parte, la Federación de Comunidades Judías de España (FCJE) está en la línea de los musulmanes, dedicando su comunicado a alabar la figura de don Juan Carlos, sin censurarle nada.

Así, además de destacar su “consagración a los valores democráticos, en especial a la libertad de culto”, recuerdan con “especial afecto” su visita a la sinagoga Beth Yacov, de Madrid, el 31 de marzo de 1992, donde el entonces monarca afirmó:

Sefarad no es ya una nostalgia, sino un hogar en el que no debe decirse que los judíos se sientan como en su propia casa, porque los hispano-judíos están en su propia casa.

En el nº 2.899 de Vida Nueva

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