Embajador de España ante la Santa Sede
ANTONIO PELAYO y JUAN RUBIO | A la embajada de España ante la Santa Sede no se puede mandar a cualquiera, sino a una persona que reúna experiencia, tacto, capacidad de trabajo, lealtad a sus principios e ideas claras. Es el caso de don Eduardo Gutiérrez Sáenz de Buruaga, que lleva apenas medio año en el puesto pero que da impresión de encontrarse tan en su sitio como si sus años precedentes de carrera le hubieran servido de preparación para este cargo, para esta delicada misión.
– ¿Cree que existe algo que podríamos definir como “hoja de ruta” en las relaciones hispano-vaticanas?
– Yo hablaría de un interés por ambas partes en que las relaciones sean intensas y fructíferas. No se trata, por supuesto, de un pacto de no agresión, sino de un acuerdo entendido en sentido positivo. Siempre pongo mucho énfasis en la agenda internacional de España, que tiene muchos aspectos coincidentes con la agenda de la Santa Sede. Un aspecto relevante, por ejemplo, es el interés “triangular” entre la Santa Sede, España e Italia en potenciar el derecho a la libertad religiosa y el derecho de las minorías religiosas a existir y a desarrollar sus creencias en un ambiente de libertad.
– El Gobierno es sensible a la ayuda para paliar los efectos de la crisis, ayuda que puede venir de asociaciones religiosas.
– En todos los contactos, bastante amplios, que he mantenido hasta ahora con la Curia, yo, sistemáticamente, he transmitido la alta valoración que el Gobierno español da a Cáritas y a todo tipo de cauce religioso para aliviar la dramática situación en la que se encuentran muchas familias españolas. El del Partido Popular es un Gobierno muy sensible a esta alta valoración que la población española tiene del papel de la Iglesia en la lucha contra la crisis.
Otro mensaje importante es la satisfacción que el Gobierno español tiene con los Acuerdos vigentes con la Santa Sede en todos sus aspectos, pese a las críticas a estos Acuerdos en general o en particular. Naturalmente, nada es inmutable en política o en el ámbito internacional. Estos Acuerdos están perfectamente ajustados a las necesidades del momento; no veo la necesidad, a corto plazo, de tocarlos o reformarlos, pero tampoco hay que tener una actitud de respeto sacro. Si se pueden mejorar, se hará cuando convenga, porque tampoco vamos a sacralizarlos.
Más presencia de españoles
– En sus conversaciones con los cardenales y prelados romanos, habrá aflorado alguna vez la opinión que tienen aquí de la Iglesia española. Algunas Iglesias están más presentes que la española…
– Me he dado cuenta de que la presencia española es notable, pero añadiría este matiz: sería bueno que el número de seglares españoles en los organismos de la Curia romana fuera mayor, porque ahora su presencia, a mi juicio, es insuficiente, teniendo en cuenta la gran importancia que tienen en España los nuevos movimientos nacidos del Concilio.
Entrevista con Ernesto Gutiérrez Sáenz de Buruaga, íntegra solo para suscriptores
En el nº 2.823 de Vida Nueva.