La Iglesia y la crisis

religiosa ayuda a un anciano en un centro de Cáritas

JOSÉ Mª RODRÍGUEZ OLAIZOLA, sociólogo jesuita | Se me propone que señale algo destacado en la acción de la Iglesia este año. Y, como no puede ser de otro modo, lo primero que me brota es la JMJ.

Habrá quien haga lecturas de todo tipo. Habrá quien aplauda, entusiasmado, la respuesta y el éxito. Y quien haga una mueca de disgusto, sospechando de masividades y gregarismos. Y, en el medio, como de costumbre, una gran mayoría de personas que ven luces y sombras. En mi caso, veo bastantes luces y alguna que otra sombra.

Pero no es este el momento de ese análisis. De hecho, aunque, como digo, es lo primero que me viene a la cabeza, intento ir más allá y buscar algo que no sea JMJ.

Me inclino por señalar un aspecto de la vida de la Iglesia que normalmente pasa desapercibido y, sin embargo, forma parte de su realidad más constante, y es su dedicación a los más heridos, los pobres, los fracasados. En este tiempo de crisis económica, la Iglesia está siendo la tabla de salvación de infinidad de personas. [Seguir leyendo]

TODO LO QUE FUE NOTICIA EN 2011…

En el nº 2.782 de Vida Nueva. Número especial Navidad–Fin de año 2011

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