“La caridad no se conforma con el grito indignado”

voluntario de Cáritas atiende a una anciana enferma

El Escorial acoge el VII Congreso Hispano-Latinoamericano de Cáritas

MIGUEL ÁNGEL MALAVIA | “La pedagogía de la caridad no se conforma con el grito indignado. (…) No se puede conocer el hambre en el mundo y permanecer insensible; no se puede ser sensible y permanecer inactivo; no se puede conocer el horror de una catástrofe, injusticia o desamor y mirar hacia otra parte; no se puede conocer el atropello de la dignidad que causan las privaciones y precariedades de la vida humana y quedar indiferente”. Con estas sugerentes e incitantes palabras, el profesor de la Universidad de Valencia Joaquín García Roca ofreció su particular aportación en la celebración del VII Congreso Hispano-Latinoamericano y del Caribe, que tuvo lugar, los días 21 y 22 en El Escorial (Madrid).

La cita, que congregó a unos 100 participantes de todas las Cáritas diocesanas españolas y de 22 de América Latina y el Caribe, ha supuesto un previo de excepción antes de que gran parte de los presentes se embarcaran hacia Roma, donde ha tenido lugar la última Asamblea General de Caritas Internationalis.

El tema de las jornadas, la Teología de la Caridad, fue abordado en la inauguración por el organizador de las mismas, el delegado episcopal de Cáritas Española, Vicente Altaba, quien expuso los “cuatro retos” que se plantean en el presente: “El reto de una caridad que sobrepasa a la justicia y se expresa en la gratuidad; el reto de una caridad transformadora del hombre y de la sociedad; el reto de asumir las implicaciones ético-políticas que implica el ejercicio de la caridad; y el reto de una cooperación internacional que no sea mera cooperación con el exterior, sino expresión de una verdadera cooperación fraterna”.

Muy directo se mostró el obispo de Merlo-Moreno (Argentina) y presidente de Cáritas Latinoamericana y del Caribe, Fernando María Bargalló: “El problema de la pobreza no es solo de los pobres, sino que es un problema de todos nosotros”. Algo en lo que coincidieron Santiago García Aracil, arzobispo de Mérida-Badajoz y presidente la Comisión Episcopal de Pastoral Social, y el obispo de Barbastro-Monzón y delegado de Cáritas en dicha Comisión, Alfonso Milián.

Por su parte, el presidente de Cáritas Española, Rafael del Río, llamó a “avanzar en nuestro compromiso, a fin de que los pobres encuentren en Cáritas una comunidad acogedora, que les proporcione motivos para luchar, para empezar de nuevo y les dé razones para la esperanza”.

La asesora regional de Cáritas América Latina, Cristina Calvo, concluyó apostando por “un nuevo paradigma económico que integre teoría y práctica bajo los principios de la gratuidad y reciprocidad”.

Roma quiere reforzar el papel de los obispos

M. GÓMEZ | Más de 300 delegados de las Cáritas nacionales de todo el mundo han participado en la 19ª Asamblea General de Caritas Internationalis (Roma, 22-27 de mayo). Además de celebrar el 60º aniversario de la Confederación, en esta Asamblea se abordaba la renovación de los Estatutos y el Reglamento Interno. En síntesis, se trata de que los nuevos Estatutos reflejen la naturaleza, finalidad y misión de Caritas Internationalis, de acuerdo con los criterios de su naturaleza jurídica dual: la personalidad canónica jurídica pública que le concedió Juan Pablo II en 2004 es algo que ha de conjugarse con el hecho de que cada Cáritas dependa del obispo respectivo.

De hecho, el Pontificio Consejo Cor Unum está preparando un decreto para “enfatizar de nuevo la responsabilidad de los obispos en su propia Cáritas diocesana o nacional”, en palabras del presidente de la Confederación, el cardenal hondureño Óscar A. Rodríguez Maradiaga. Aunque los Estatutos no se van a aprobar en esta Asamblea (todavía se están manteniendo conversaciones con la Santa Sede), era buena ocasión para que todos los delegados hablaran sobre ello.

El otro punto destacado era la elección de la nueva directiva de la Confederación. Precisamente, por discrepancias sobre la renovación estatutaria, la secretaria general, Lesley-Anne Knight, no podía optar a otros cuatro años. Hecho que lamentó Maradiaga (quien sí fue renovado al frente de la presidencia –al cierre de esta edición, la suya y la del tesorero eran las únicas elecciones conocidas–). En el discurso inaugural, el cardenal alabó la “profesionalidad, profunda fe y compromiso con Cáritas” de Knight, y reclamó, “ahora más que nunca, un Secretariado fuerte y un líder fuerte”.

En el número 2.755 de Vida Nueva.

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