Presidente del Partido Conservador pidió bendición para el proyecto
El 16 de marzo, cuando se inician las sesiones ordinarias en el Congreso de la República, sería radicado el proyecto de ley que pretende evitar cualquier posibilidad de aborto en Colombia, modificando el artículo 11 de la Constitución nacional. Así lo hicieron saber el presidente del Partido Conservado (PC), José Darío Salazar y el representante a la Cámara José Miguel Gómez Martínez quienes lo comunicaron oficialmente ante el pleno de los obispos del país, reunidos recientemente en la Asamblea del Episcopado colombiano.
Por espacio de 30 minutos, los dos líderes políticos expresaron las justificaciones de su presencia allí, así como su necesidad de buscar consejo y oración de parte de los prelados. Gómez Martínez, representante a la Cámara por Bogotá, habló de la necesidad de crear una estrategia de carácter ecuménico, “que muestre que este debate trasciende el ámbito católico y toca a otras convicciones religiosas e incluso a personas que no se consideran religiosas, pero que tienen un profundo respeto por la vida. Este no es un debate contra las mujeres, no es confesional, es un debate por la vida”. Agregó que “este es un mensaje por la vida en el país de la muerte, queremos hablar por el que no ha nacido”.
Gómez Martínez confirmó igualmente que se organizará una manifestación pública y se recogerán firmas para avalar el proyecto de ley que se pondrá a consideración del Congreso y que lo que se quiere también de la jerarquía de la Iglesia es una comunicación y una movilización general de cara a quienes dicen ser católicos.
“Los abortistas quieren hacer creer que los colombianos en su mayoría apoyan el aborto y que ustedes señores obispos están solos en esta pelea y ustedes no están solos; la inmensa mayoría de los colombianos rechazan el aborto”, expresó el congresista.
Por su parte, el presidente del PC, José Darío Salazar, destacó los argumentos que en su momento sostuvo monseñor Luis Augusto Castro en favor de la vida, cuando el tema motivó las reacciones frente a las excepciones que despenalizaron el aborto en tres escenarios posibles: en caso de violación, en caso de malformación del feto y en el caso de peligro de muerte de la madre. “Me llamó la atención que ninguna de sus consideraciones tenía connotación religiosa”. A ese respecto parafraseó una de sus reflexiones, “hemos llegado al punto de declarar a nuestro propio hijo como nuestro enemigo, nuestro adversario, a quien hay que eliminar porque el valor objetivo se perdió y el egoísmo y el valor subjetivo está primando en nuestra sociedad”, concluyó. VNC
TEXTO: E GARCÍA
FOTOs: ARCHIVO SM
