Frente a la indiferencia, urge el anuncio de la fe

Los obispos de Francia animan a vivir y testimoniar la ‘novedad cristiana’

Vingt-Trois, presidente del Episcopado francés

Vingt-Trois, presidente del Episcopado francés

(María Gómez) En la sociedad actual crece la indiferencia religiosa, desciende la práctica del culto, hay crisis de vocaciones y debilidad de las instituciones y las comunidades cristianas… Así se percibe en distintass ocasiones y lo confirman los estudios sociológicos. Frente a la tentación de resignarse, no obstante, los obispos franceses asumen esto como una “prueba”, recuerdan “la paradoja cristiana: la fortaleza de Cristo se despliega en la debilidad humana”, y recomiendan: la clave es el propio testimonio de la identidad cristiana, que no es un “producto humano”, sino un don de Dios que debe ser recibido y renovado continuamente.

Esta invitación aparece en el informe Indiferencia religiosa, visibilidad de la Iglesia y evangelización, cuyas conclusiones fueron presentadas a la Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal de Francia (CEF), celebrada en Lourdes del 3 al 8 de noviembre. Claude Dagens, obispo de Angulema y encargado de este estudio, indicó que el objetivo no era sólo analizar las causas y los efectos de la secularización, “sino vivir la novedad cristiana y testimoniarla en esta nuestra sociedad, secularizada y frágil”.

Un acto de libertad

“Más allá de las dificultades con las que nos encontramos –explica Dagens–, se nos pide que seamos, e incluso que reconozcamos positivamente, que la inspiración cristiana, extraída de la verdad de Cristo, se pueda inscribir en nuestra sociedad”. El obispo define “la fe cristiana” como “un acto de libertad y no un conformismo social”. Y en cuanto a la dificultad para testimoniar la fe, lamenta: “A menudo estamos mudos. No sabemos hablar, o tememos que no vamos a ser escuchados o respetados”.

Este documento, más el dossier Movimientos y Asociaciones de laicos, han centrado en gran parte los trabajos de la Plenaria, en cuyo orden del día figuraba el debate sobre las líneas para el futuro de la Iglesia francesa, que pasa por la dinamización de las comunidades cristianas en las diócesis y la colaboración entre sacerdotes, diáconos y laicos. André Vingt-Trois, cardenal arzobispo de París y presidente de la CEF, se refirió a ello en su discurso de clausura: “Nos ponemos de manera conjunta a la escucha de lo que pueda ayudar a nuestras comunidades cristianas a reconocer cómo vivir su identidad y su misión en las difíciles condiciones que conocemos. Su identidad, dada por la Palabra de Dios, es esta Palabra compartida y anunciada que pone en ejecución la visibilidad sacramental de la Iglesia, signo y medio de la comunión en Cristo”.

La Plenaria no ha olvidado otros temas importantes, como la inmigración o la crisis, a la que han dedicado la declaración La caridad de Cristo nos apremia. También se ha emitido una carta invitando a vivir la Navidad “de otro modo”.

En el nº 2.683 de Vida Nueva.

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