Iglesia y clase política rechazan el ataque a la casa del cardenal, que en ese momento no estaba en ella
(Ronald Grebe– La Paz) El atentado contra la residencia del cardenal boliviano Julio Terrazas, la madrugada del día 16 de abril en la ciudad oriental de Santa Cruz, desató reacciones inmediatas de la Iglesia católica y de la clase política del país. Los representantes católicos condenaron el hecho, mientras que el Gobierno anunció una investigación exhaustiva a fin de esclarecer el suceso. La Conferencia Episcopal de Bolivia (CEB), a través de su vicepresidente y arzobispo de La Paz, Edmundo Abastoflor, consideró el hecho como una afrenta contra la persona y la dignidad del cardenal, aunque el líder de los católicos no se encontraba en su domicilio, sino en un período de descanso en Masicuri, cerca de su natal Vallegrande, por la operación que se le practicó el 3 de febrero a causa de su insuficiencia cardiaca.
Abastoflor lamentó que el atentado refleja un grado preocupante de intolerancia en el país y solicitó a las autoridades que extremen esfuerzos para esclarecer lo sucedido, cuando un artefacto explosivo ocasionó serios destrozos en el portón principal de la casa del cardenal. La Iglesia católica seguirá cumpliendo su labor evangelizadora y profética, rechazando toda forma de violencia y aportando los principios y valores humanos y cristianos que fortalecen el estado de derecho y el convivir pacífico entre bolivianos, recordó el arzobispo de La Paz.
Los obispos auxiliares de Santa Cruz pidieron, asimismo, a los “autores del delito y a quienes comparten la estrategia de la violencia que desistan de los métodos irracionales y extremistas que engendran intranquilidad, desestabilizan y dividen el país”.
El vocero del Vaticano, Federico Lombardi, por su parte, condenó también el atentado y calificó el hecho como “violencia inaceptable”, mientras que el nuncio apostólico en Bolivia, Giambattista Diquattro, expresó su preocupación por este suceso y por los que terminaron con la vida de tres supuestos terroristas en un hotel de Santa Cruz.
Investigación exhaustiva
Por otro lado, el viceministro de Régimen Interior, Marcos Farfán, informó de que se instruyó a la Policía Nacional y a los órganos de inteligencia para que lleven a cabo una investigación exhaustiva que dé con los autores y se les inicie el proceso correspondiente, a tiempo de “expresar nuestra profunda preocupación por este hecho terrorista contra una persona que simboliza no sólo a la Iglesia católica, sino que es una figura importante del pueblo boliviano”.
Los prefectos opositores de Santa Cruz, Beni, Tarija y Chuquisaca también repudiaron el acto, al igual que las comunidades de fieles católicos y el ex presidente y líder de la opositora agrupación Podemos, Jorge Quiroga, quien aseguró que “el cardenal Terrazas muestra la otra mejilla cada vez que el presidente Morales lo insulta o agrede, y este atentado debe esclarecerse para que la impunidad no provoque la sospecha de una acción premeditada con fines políticos”.
El Gobierno Nacional condena y repudia de la manera más enfática el ataque terrorista, cobarde y despreciable contra la primera autoridad de la Iglesia católica y no reparará esfuerzos ni recursos en el proceso de investigación de este gravísimo hecho criminal”, anunció el viceministro de Coordinación con los Movimientos Sociales, Sacha Llorenti.
El viceministro de Autonomías y ex ministro de Hidrocarburos, Saúl Ávalos, víctima también en las últimas semanas de tres ataques similares contra su domicilio, explicó que el atentado “deja mal paradas a las autoridades policiales y fiscales, que son quienes deben investigar éste y otros atentados”. Mientras, la ministra de Justicia, Celima Torrico, advirtió que con acciones así los responsables “quieren opacar los logros del Gobierno, como la aprobación del proyecto de Ley de Régimen Electoral Transitorio”.
Finalmente, el vicepresidente Álvaro García Linera desveló que el grupo terrorista internacional, desarticulado por la policía en Santa Cruz días después del atentado contra el domicilio del cardenal y en el que perdieron la vida tres supuestos terroristas mientras que otros dos fueron detenidos, contaban con planos y documentación para cometer otras acciones contra autoridades departamentales y del Gobierno central.
En los últimos meses, Evo Morales acusó en reiteradas ocasiones al líder católico de haberse alineado con la oposición, porque el cardenal Terrazas cuestionó sus políticas, sobre todo las vinculadas a la libertad de culto y el narcotráfico. Así las cosas, por primera vez en la historia de las relaciones Iglesia-Estado en el país, el Gobierno determinó que las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional no participasen en las procesiones y actos litúrgicos de la pasada Semana Santa.
En el nº 2.657 de Vida Nueva.
