Peligra en Andalucía el empleo de los profesores de Religión

Denuncian que la Consejería de Educación reducirá 2.465 horas en la Enseñanza Secundaria

 

(Marina de Miguel) “Se está vulnerando el derecho a una enseñanza de calidad, en igualdad de condiciones con las demás asignaturas del currículo”, denuncia Javier Sierra, asesor de la Delegación diocesana de Sevilla. El caos que suele acarrear el comienzo de curso -iniciado el 15 de septiembre- ha alcanzado especial magnitud en Andalucía, e incluso tintes dramáticos para los profesores que imparten Religión en la enseñanza secundaria. Su situación, a pesar de poseer un contrato indefinido desde 2007, se ha visto condicionada por la reducción de horas en la asignatura, que comenzó con la pérdida de una hora semanal en algunos ciclos de la ESO, prevista en la LOE.

Hace unas semanas, con institutos y colegios a punto de abrir sus puertas, la Consejería de Educación anunció su intención de volver a meter la tijera, una acción que supondría la pérdida de 2.465 horas el presente curso, 3.635 si se añaden las restadas el pasado. Esto supondría la desaparición de 200 puestos de trabajo o lo equivalente a la reducción de la jornada de gran parte de este profesorado, cerca de 1.000 trabajadores.

La consejera Teresa Jiménez ha apoyado esta medida en la disminución del número de matriculaciones en Religión y el aumento en las alternativas. Sin embargo, para la Asociación de Profesores de Religión de Andalucía (APPRECE-Andalucía), esta resolución, que se ha hecho sin esperar peticiones de los centros ni el cierre de la matriculación de septiembre, es desmesurada, pues el descenso de alumnos está en torno al 1%.

Como prosigue Sierra, con esta situación “pierde la sociedad entera, tanto los padres como los alumnos”, sin olvidar a los profesores, que sufren las consecuencias más directas en sus bolsillos, porque su salario va en función del número de horas asignadas. “Cerca del 80% son padres de familia que ven muy afectados sus ingresos “, asegura.

Puede dejarles con un sueldo precario, incluso por debajo de lo que percibirían en el paro”, corrobora Francisco Hidalgo, presidente del Sector de Enseñanza de Andalucía de la CSI-CSIF, para indicar que algunos han solicitado a la Consejería su despido pues, si renuncian, no podrían cobrar el paro. Esto también repercute en los cercanos a la jubilación, que pierden, además de poder adquisitivo, prestaciones de jubilación.

El sindicato también arguye que “la Consejería no ha establecido un procedimiento objetivo y público, que tenga en cuenta méritos y capacidad, para aplicar esta reducción horaria. No ha establecido un Procedimiento y Baremo para el acceso al destino, incumpliendo la LOE y el Real Decreto correspondiente”.

“Está siendo una campaña de acoso y derribo, por lo menos en Andalucía”, critica Andrés Borrego, profesor de la diócesis de Jaén, para quien ésta “es la medida más fuerte” que se ha tomado en sus diez años de experiencia, y la asimila a un “despido encubierto”. A su juicio, esta situación es menos traumática en otras comunidades: “Parece que Andalucía es el centro de experimento de la laicidad nacional, mal entendida porque la estamos pagando los curritos“.

Graves repercusiones

La reducción supone graves repercusiones que, como esgrime Sierra, terminan originando “un clima contrario a la asignatura, al alumnado y al profesorado”. “Afecta también a la asignatura. Se olvida su carácter fundamental, establecido en los Acuerdos Iglesia-Estado”, señala Juan Ortega, delegado de enseñanza del Obispado de Asidonia-Jerez. Recientemente, el embajador cerca del Vaticano, Francisco Vázquez, se enorgullecía de los acuerdos entre PSOE e Iglesia para dignificar las clases de Religión, algo que en Andalucía, según estas críticas, está más que en tela de juicio.

Otra de las consecuencias es la agrupación de los alumnos en clases con una ratio superior a la establecida por la ley. “Se toman medidas que son antipedagógicas -refuerza Borrego-. Con tener a los alumnos hacinados a modo de una guardería parece suficiente”.

A través de sus sindicatos y asociaciones, los profesores se han movilizado exigiendo medidas urgentes. El 12 de septiembre, los de las diócesis de Jerez y Cádiz se reunieron, impulsados por APPRECE, para redactar un comunicado. “Nos uniremos a todas las medidas que se organicen y que entren dentro del Estado de Derecho hasta que logremos nuestros objetivos, que hoy son bien sencillos: una mayor y una mejor estabilidad en un empleo que no lo convierta en precario la propia Administración”, expresan. Del mismo modo, los responsables diocesanos han difundido un mensaje sobre este tema (ver recuadro).

El presidente de APPRECE-Andalucía, Rafael Sánchez, estima que lo primero es “respetar los contratos indefinidos de todos los profesores que en virtud de la Disposición UNICA del RD. 696/2007, tienen derechos adquiridos; y que se dialogue con los Comités de Empresa”.

“Deberían respetarnos como lo que somos, verdaderos profesionales de la educación”, explica Sierra. En esto se enmarcan las soluciones ya adoptadas en otras comunidades, en las que los docentes completan la jornada laboral estimada con otras labores pedagógicas.

HONDA PREOCUPACIÓN

En la reunión de delegados diocesanos de Enseñanza de Andalucía, presidida por el obispo Antonio Dorado Soto, celebrada en Antequera el 13 de septiembre de 2008, ante la problemática surgida por la drástica reducción horaria del profesorado de enseñanza de Religión Católica de Secundaria y las graves consecuencias que de ella se derivan, se acordó enviar el siguiente comunicado a la opinión pública:

1. Nos sentimos muy preocupados por la situación creada que tanto afecta a la naturaleza de la enseñanza de la Religión Católica.

2. Estamos estudiando con urgencia este asunto para favorecer el diálogo abierto con los organismos pertinentes.

3. Manifestamos nuestra inquietud ante la situación social, laboral, familiar, etc., tan precaria en que queda buena parte del profesorado de Religión Católica.

4. Lamentamos que, según nuestras informaciones, en Andalucía no se esté resolviendo este asunto como en otras comunidades autónomas que, dentro de la legalidad vigente, lo han hecho favorablemente hacia la asignatura y su profesorado.

5. Agradecemos a los sindicatos y representantes del profesorado la aportación que están haciendo para la solución de esta problemática.

6. Esperamos de la Administración educativa de la Junta de Andalucía la resolución favorable de este problema que tanto puede afectar a la impartición y desarrollo adecuados de la enseñanza religiosa que es una materia fundamental.

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