Francisco: “Benedicto XVI continúa sirviendo a la Iglesia”

Francisco y Benedicto XVI

Ambos pontífices celebran los 65 años de sacerdocio de Joseph Ratzinger

Francisco y Benedicto XVI

Benedicto XVI entrega a Francisco un ejemplar del libro ‘Enseñar y aprender el amor de Dios’

MARÍA PÉREZ | “Hoy se celebra la historia de una llamada iniciada hace 65 años en Frisinga”. Estas han sido las palabras con las que el papa Francisco ha dado comienzo a la ceremonia de aniversario de la ordenación sacerdotal de Benedicto XVI. Y es que Frisinga, una localidad al norte de Múnich, fue testigo el 29 de junio de 1951 de una promesa de amor a Dios cuyos frutos “continúan sirviendo hoy a la Iglesia”. Los de el papa emérito Benedicto XVI.

La ojos cansados de Joseph Ratzinger no han podido evitar la emoción durante la ceremonia de celebración de sus 65 años de sacerdocio, celebrada en la mañana de hoy, martes 28 de junio, en la Sala Clementina del Palacio Apostólico.

Ratzinger fue ordenado sacerdote en Frisinga por el arzobispo de Munich, el cardenal Michael von Faulhaber; junto a su hermano Georg Ratzinger y otros 40 seminaristas el 29 de junio de 1951.

Si bien son pocas las apariciones públicas que el Papa emérito ha hecho tras su renuncia –y aún menos los discursos–, hoy sí ha querido pronunciar unas sencillas palabras. De pie, sin un discurso preparado y dirigiéndose a los presentes, Benedicto ha agradecido a Francisco “su bondad”, pues se siente “protegido por él”. Además, le ha animado “a seguir adelante”.

Una vida gastada y desgastada

Benedicto XVI 65º aniversario

Benedicto XVI en el 65º aniversario de su ordenación sacerdotal

“La la búsqueda del amado”, es, según Francisco, “la nota que domina en la vida de Benedicto, una vida entera gastada en el servicio sacerdotal y de la verdadera teología”. Y es que, el Papa emérito, “ha testimoniado y testimonia hoy que, lo decisivo en nuestras vidas –haga sol o llueva– es que el Señor esté verdaderamente presente, que lo deseemos, que interiormente estemos cerca de Él”.

“Es este amar lo que verdaderamente nos colma el corazón, este creer es lo que nos hace caminar seguros y tranquilos sobre las aguas, también en medio de la tempestad, precisamente como sucedió a Pedro; este amar y este creer nos permite mirar hacia el futuro no con miedo o nostalgia, sino con alegría, incluso en los años ya avanzados de nuestra vida”, ha afirmado Francisco, ante la atenta mirada de Benedicto.

“Benedicto sigue sirviendo a la Iglesia y no deja de contribuir verdaderamente con vigor y sabiduría a su crecimiento”, ha recalcado. “Y lo hace desde el pequeño monasterio Mater Ecclesiae, ya que en en el Vaticano se revela algo muy diferente a aquellos lugares en los que la cultura del descarte tiende a relegar a las personas cuando con la edad sus fuerzas decaen. En el Vaticano es todo lo contrario”.

Para concluir sus palabras, Francisco ha expresado su deseo de que “Benedicto siga sintiendo la mano de Dios misericordioso que lo sostiene, que experimente y testimonie el amor de Dios; que, con Pedro y Pablo, siga exultando con gran alegría mientras camina hacia la meta de la fe”.

Además, el propio Benedicto XVI ha hecho entrega a Francisco del Enseñar y aprender el amor de Dios, el primer volumen de una colección de textos que recogerán todas las homilías del Papa emérito sobre el sacerdocio.


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