La Villa de los Papiros resurge en Madrid

exposición en Madrid sobre los papiros de Herculano

La Casa del Lector dedica una gran exposición a la única biblioteca conservada del mundo antiguo

Cirillo planta abierta, pergamino de Herculano para exposición en Madrid

‘Cirillo planta abierta’, pergamino de Herculano

JUAN CARLOS RODRÍGUEZ | La Casa del Lector de la Fundación Germán Sánchez Ruipérez –enmarcada en dos de las naves del antiguo Matadero de Madrid– exhibe por primera vez papiros procedentes de la única biblioteca conservada de la Antigüedad, la conocida como La Villa de los Papiros, en Herculano, la ciudad que duerme, como Pompeya, aún debajo de la lava del Vesubio.

“Herculano tenía unos 4.000 habitantes, que disponían de teatro, basílica, acueducto, foro, termas, una red de fuentes públicas, palestra o gimnasio, templos y casas, algunas de ellas con lujosas decoraciones”, relata César Antonio Molina, exministro de Cultura y director de la Casa del Lector. Corría el año 79 d.C. La ciudad moderna se construyó sobre la lava; debajo aún duerme la ciudad romana dedicada a Hércules.

Herculano ocupa unas veinte hectáreas, de las cuales se han excavado, a cielo abierto, solo cinco. Excavaciones que comenzaron en 1828. Hasta entonces –y desde 1738–, solo se había abierto un pequeño yacimiento con galerías subterráneas, pozos de ventilación y de descenso. Bajo el reinado de Carlos III, se descubrió la suntuosa residencia del cónsul Lucio Calpurnio Pisón.

“Aquí aparecieron los rollos de papiro carbonizados. Fueron encontrados en 1752. Era –y aún sigue siendo la de la villa de los Papiros– la única biblioteca conservada del mundo antiguo. Una biblioteca privada romana de época republicana. Aquí aparecieron textos fundamentales de filosofía epicúrea y de Filodemo de Gádara, su bibliotecario”, explica Molina.

De la villa solo se ha excavado una décima parte. Una inmensa cantidad de estatuas, pinturas, mosaicos y otros objetos de la vida cotidiana han sido rescatados. Entre ellos, 1.785 papiros carbonizados, incluidos unos treinta con obras en prosa de Filodemo –del que hasta entonces solo se conocían 36 poesías–, dedicadas a la literatura, la estética, la teología, la historia, la biografía, la ética o la lógica.

exposición en Madrid sobre los papiros de Herculano

‘Terencio Neo con su esposa’

“La relación de Pisón con el poeta y filósofo epicúreo Filodemo se conoce a través del discurso Ad Pisonem (Contra Pisón), que escribió y declamó Cicerón. Filodemo era un sirio helenizado que se había formado en Atenas. Luego vivió en Alejandría, Roma y en la villa de Herculano”, según describe el exministro.

“A la Casa del Lector había que buscarle sus orígenes, su familia; así se ha encontrado a ese familiar lejano en la historia con el que compararle, al compartir la idea y el espíritu de saber y de conocimiento que tenía esta villa”, aseguró Molina en la inauguración.

De la biblioteca se sabe, gracias a la lectura de los papiros por rayos infrarrojos, que tenía dos secciones: la griega y la romana. La mayor era la griega, dedicada en gran parte al filósofo Epicuro –que vivió unos 250 años antes de la erupción del volcán–, de ahí que también sea el protagonista de la exposición, comisariada por Carlos García Gual y Nicola Oddati.

“En Casa del Lector hemos concebido una exposición sobre la villa que cuente al visitante qué era la lectura en la antigua Roma (siglo I) y que las excavaciones arqueológicas que descubrieron la villa en tiempos modernos fueron una relectura que dio un nuevo impulso a la historia cultural de Europa (siglo XVIII)”, explica Molina.

La muestra exhibe el único papiro que se conserva en toda su extensión, de casi cuatro metros de largo. El rollo ha abandonado por primera vez la Biblioteca Nacional de Nápoles para formar parte de la exposición, que combina la moderna tecnología con la reconstrucción digital de la villa del cónsul Pisón, y otra que intenta mostrar el origen de las excavaciones en el siglo XVIII con los vaciados de las esculturas halladas y la obra original.

“Hay dos adjetivos que definen esta muestra: innovadora y valiente, ya que es el primer ejemplo en Europa de una exposición donde arqueología y nuevas tecnologías se unen”, según Ciro Cacciola, director del Museo Archeologico Virtuale di Ercolano.

En la primera parte, entre las reconstrucciones virtuales que recorren el peristilo, el tablinum o la biblioteca, destacan los cuatro papiros exhibidos, pero, básicamente, se muestra cómo era el proceso de la lectura y la escritura en Roma. “Mostramos tablillas de escritura, pintura pompeyana con escenas de lectura, tinteros, estilos e, incluso una bulla de oro, el amuleto que los estudiantes romanos llevaban colgado del cuello”, enumera Molina.

‘Relecturas’

La segunda parte –Herculano, 1750– se centra en tres capítulos, denominados “relecturas”. Primero, la artística: “Mostramos los vaciados en yeso de las esculturas que se iban encontrando en la villa y que fueron enviados a Carlos III, hoy custodiados en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando –dice el director de la Casa del Lector–. Y también el famoso plano de la villa de los papiros que dibujó, y anotó en español, entre 1754 y 1758, el ingeniero suizo Karl Weber”.

Segundo, la científica: “Abordamos aquí la aventura intelectual del padre escolapio Antonio Piaggio y su célebre máquina para abrir los papiros, artefacto único que también sale por primera vez de Nápoles con motivo de esta exposición. Podemos ver el único papiro desenrollado en su totalidad”.exposición en Madrid sobre los papiros de Herculano

Y, en tercer lugar, la relectura editorial: “Terminamos nuestro recorrido con dos significativas exposiciones bibliográficas. La primera de ellas tratará sobre la Stamperia Reale, el proyecto editorial de Carlos de Borbón en Nápoles, cuyos frutos más conocidos y relevantes fueron los ocho volúmenes de Le antichità di Ercolano esposte (1757-1792), la obra que hizo posible el estilo neoclásico en toda Europa con la difusión de los descubrimientos de las ciudades vesubianas”.

La segunda exposición bibliográfica trata del impacto de las excavaciones hasta 1800, a través de las obras de los más relevantes viajeros a esta zona de Italia, una de las cunas de la civilización occidental. “Gracias a la colaboración de la Biblioteca Nacional de Nápoles, contamos con ediciones bellísimas de los viajeros más destacados por estas tierras del sur de Italia, última etapa del Grand Tour. Sin olvidar a nuestros viajeros españoles, como Antonio Ponz, el padre Juan Andrés o Leandro Fernández de Moratín”.

La exposición, abierta al público hasta el 23 de abril, ha sido organizada por la Casa del Lector, el Museo Archeologico Virtuale di Ercolano, la Biblioteca Nazionale di Napoli y el Museo Archeologico Nazionale di Napoli, y cuenta con la participación de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, el Museo Arqueológico Nacional, Patrimonio Nacional y el Museo de Ciencias Naturales.

“Una gran exposición que, a través de un doble movimiento lectura-relectura, cuenta una de las historias más fascinantes y decisivas de la cultura europea. Para ello, contamos con Epicuro como hilo conductor, pues epicúrea era la única biblioteca de la Antigüedad”.

En la despedida, destaca el retrato de Terencio Neo con su esposa, un fresco hallado en Herculano, “un auténtico icono de la cultura antigua”, precisa César Antonio Molina. Pero, sobre todo, las palabras de Epicuro: “Vana es la palabra del filósofo que no remedia ningún sufrimiento del hombre. Porque así como no es útil la medicina si no suprime las enfermedades del cuerpo, así tampoco la filosofía si no suprime las enfermedades del alma”.
JUAN CARLOS

jcrodriguez@vidanueva.es

En el nº 2.869 de Vida Nueva

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