EDITORIAL VIDA NUEVA | Benedicto XVI ha estado en Croacia en una visita rápida, pero altamente significativa, como vienen siendo los viajes papales. Cuando ese país está pronto a celebrar el 20º aniversario de su independencia y cerca de ingresar en la Unión Europea, el sucesor de Pedro ha ido a recordarles sus viejas raíces cristianas y su fidelidad a Roma; pero también –y es esto lo más fundamental del viaje–, a renovar el discurso europeísta del papa Wojtyla.
La ocasión se la brinda este país con vocación europea, aunque en su historia se mezclen diversas tradiciones. Ha sido también el momento para que el Papa invite a la Nueva Evangelización en el Viejo Continente y aliente a todos los cristianos a ser testigos en las estructuras políticas y culturales del país. Repasando sus intervenciones, se advierte el mensaje de Ratzinger invitando a recuperar la dimensión que ayude a encontrar la salida para los muchos problemas que acosan.
En el nº 2.757 de Vida Nueva (del 11 al 17 de junio de 2011).
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