Tribuna

¿Tienen los extraterrestres derecho a la salvación?

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A principios de junio, un antiguo oficial de los servicios de inteligencia estadounidenses reavivó el debate sobre la existencia de ovnis al afirmar que Estados Unidos llevaba décadas estudiando una tecnología de origen no humano. Desde 1578, cuando el papa Gregorio XIII encargó la construcción de la Torre de los Vientos, precursora del Observatorio Astronómico Vaticano, la Iglesia ha estado escrutando los cielos. Si Dios creó el Universo, ¿por qué no habría de existir vida extraterrestre?



La cuestión de los mundos distintos de la Tierra es muy antigua. Ya en el siglo IV a.C. se planteaban dos hipótesis. Epicuro creía que el universo era el resultado de la combinación de átomos y que, por tanto, era probable la existencia de mundos distintos de la Tierra. Aristóteles, en cambio, veía el mundo como un conjunto armonioso en el que cada cosa estaba en su sitio según un orden bien establecido; por ello creía que el mundo terrestre solo podía ser único.

A lo largo de los siglos, esta cuestión ha sido ferozmente debatida, dando lugar a condenas e incluso ejecuciones como la de Giordano Bruno. Este fraile dominico y filósofo, basándose en los trabajos del monje y astrónomo Nicolás Copérnico y del filósofo y teólogo alemán Nicolás de Cues, fue condenado a la hoguera por la Inquisición en 1600 por haber demostrado la pertinencia de un universo infinito, poblado por un número innumerable de mundos idénticos al nuestro.

Tres siglos después, el descubrimiento de los miles de millones de galaxias que componen el universo ha transformado la idea del lugar central que ocupa el hombre en el universo, cuyas dimensiones van más allá de lo imaginable. En 2009, el telescopio Kepler reveló que hay muchos planetas habitables en nuestra galaxia.

¿Qué dice la Iglesia?

La Iglesia no enseña nada definitivo sobre la vida extraterrestre. Pero algunas preguntas despiertan la curiosidad y la reflexión de los teólogos. Si se descubriera vida extraterrestre capaz de razonar, ¿qué pasaría con la salvación, dimensión esencial de la fe cristiana? ¿Significaría esto que Cristo también los salvó? ¿Estarían también marcados por el pecado original? ¿Se habría encarnado entonces el Hijo de Dios solo en la Tierra, y la salvación lograda para la humanidad sería también “válida” en todo el Universo?

San Pablo, en su primera epístola a los Corintios, al explicar a la comunidad corintia el sentido de la Resurrección, da una respuesta: “Dios será todo en todos”.

Más cerca de nosotros, el jesuita Guy Consolmagno, director del Observatorio Vaticano desde 2015, no opina sobre la vida extraterrestre, pero señala que la Biblia dice que Dios creó el universo, lo que significa mucho más que el planeta Tierra: las estrellas y los cielos y, por tanto, todas las criaturas que hay en ellos, ¡y por qué no cualquier universo paralelo al nuestro!

Su predecesor, el jesuita argentino José Funes, también fue interrogado sobre el tema: mostrando un escepticismo más claro, subrayó sin embargo que, aunque se descubriera vida inteligente fuera de la Tierra, no vería “ninguna contradicción con la fe cristiana”. Dado que la encarnación de Dios es un “acontecimiento único” en la historia de la humanidad e incluso “del Universo”, no puede haber “otro Jesús”, afirmó.


*Artículo original publicado en La Croix, ‘partner’ en francés de Vida Nueva