Tribuna

Nuestros Hermanos Mayores

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Pensado desde una familia, los hermanos mayores son aquellos a quienes seguimos en el ejemplo, los que nos protegen, influyen sobre nosotros, nos defienden y también nos pelean. Simplemente nos anteceden y no se puede torcer esa historia. A nivel histórico, tenemos las antiguas civilizaciones generadoras de una historia que actúan a modo de hermanas mayores, lo mismo ocurre a nivel social y religioso.

Quedándome en este último ítem, hablaré de los judíos, los hermanos mayores de los cristianos. Conforman la más antigua religión monoteísta practicada por alrededor de 15 millones de personas y su práctica de basa en la Torah. Abraham Skorka, rabino del Seminario Rabínico Latinoamericano y de la comunidad Benei Tikva, nos acerca a la experiencia de Dios de los judíos:

“La percepción de Dios se halla en la relación que se desarrolla con el prójimo, quien de acuerdo al relato del Génesis posee, al igual que uno mismo, una imagen y semejanza que refieren a Dios….[1]. No cabe en la fe, ninguna posibilidad de servir a Dios manteniendo una actitud hedonista, en la que uno se sirve a sí mismo. Servir a Dios demanda indefectiblemente el servir su obra” [2].

Es interesante comprobar un puñado de ideas centrales extraída de los protagonistas de la Torah: la acción creadora de Dios, el hombre como culmen y destinatario de la creación y el llamado de hacerse responsable de sí mismo y del prójimo, un hacerse cargo del otro con gratuidad y unción. El modo de llegar a Dios pasa por el prójimo y por la búsqueda corazón adentro de cada uno.

La enseñanza más importante

Abraham era judío y es nuestro padre en la fe, los judíos son nuestros hermanos mayores y nos han heredado la enseñanza más importante: ama a tu prójimo como a ti mismo y el ejercicio de la misericordia.

Viktor Frankl, psiquiatra judío, que padeció los campos de concentración en Alemania y creó la logoterapia nos dice: “La vida en un campo de concentración desgarraba el alma humana y exponía a la luz sus abismos más escondidos. ¿Puede sorprender que a ese nivel de profundidad encontremos cualidades humanas que, en su íntima naturaleza estén compuestas de bien y de mal? …La historia nos dio la oportunidad de conocer al hombre quizás mejor que ninguna otra generación. El hombre es el ser que siempre decide lo que es. Es el ser que inventó las cámaras de gas, pero también es el ser que entró en ellas con paso firme y musitando una oración[3].

Frankl habla de la libertad humana de seguir o no aquel mandamiento del amor y la misericordia, el hombre decide.

Tuve el regalo de estar en Berlín, bella ciudad del norte de Alemania y la más memoriosa en lo que se refiere al Holocausto. Testigo de la locura del Muro y huésped del monumento a las víctimas del Holocausto edificado sobre el búnker de Hitler. Me llamó la atención ese monumento construido con tantos bloques de piedra gris como muertos en los campos de concentración y como contraste una arboleda verde que yo le dí el sentido de esperanza.

Nuestros hermanos mayores, hicieron un recordatorio, recrearon los lugares de sufrimiento y muerte. Realmente el pueblo judío es un pueblo que ha sufrido mucho, que ha sido perseguido y hasta se lo quiso hacer desaparecer, en estos días siguen siendo víctimas de atentados. ¿Cómo respondieron y responden? Con mansedumbre, sin venganza, sin odio, sin generar grietas.

Como hermanos menores compartimos con ellos el antiguo testamento, y unos cuantos  personajes, que los cristianos tenemos cerca y los veneramos: José, los abuelos de Jesús, Juan el Bautista eran judíos y murieron como tales. Somos una familia. Como hermanos menores, tenemos el ejemplo de ellos que viven el amor a Dios y al prójimo, y comprenden que sólo la misericordia es lo que define y salva al hombre. Como dice Frankl es una decisión. Ellos optaron por la no violencia ¿nosotros por qué o por quién optamos?

 

[1] SKORKA, Abraham, El rostro de Dios, Diario La Nación, Bs As, 24/12/2013.
[2] SKORKA, Abraham, Una Humanidad mejor, Diario La Nación, Bs As, 14/12/2015.
[3] FRANKL, Víctor, El hombre en busca de sentido, editorial Herder, Barcelona, 2004,110-