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Ecumenismo

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Antonio Pelayo, corresponsal de Vida Nueva en RomaANTONIO PELAYO | Corresponsal de Vida Nueva en Roma

“Como clausura de la anual Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos, Jorge Mario Bergoglio presidió las solemnes vísperas de la solemnidad de la conversión de San Pablo…”

Como clausura de la anual Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos (18-25 de enero), Jorge Mario Bergoglio presidió en la basílica de San Pablo Extramuros las solemnes vísperas de la solemnidad de la conversión de San Pablo. El Pontífice estuvo acompañado durante toda la ceremonia por el metropolita ortodoxo Gennadios Zervos, representante del patriarca de Constantinopla, y por el reverendo David Moxon, que ostentaba la representación del arzobispo de Canterbury.

El lema de la Semana, este año, era Cristo no puede estar dividido. Sobre él centró el Papa su homilía: “No podemos considerar las divisiones de la Iglesia como un fenómeno en cierto modo natural, inevitable en cualquier forma de vida asociativa. Nuestras divisiones hieren el Cuerpo de Cristo, dañan el testimonio que estamos llamados a dar al mundo. (…) Las divisiones nos han hecho daño a todos. Ninguno de nosotros desea ser causa de escándalo”.

En el nº 2.880 de Vida Nueva