El Pacto Educativo Global en América Latina y el Caribe: Tejiendo redes por la educación

Portada MisiónCELAM Nº 10

Francisco impulsó en septiembre de 2019 el Pacto Educativo Global fijando tres intenciones:

  • tener la valentía de colocar a la persona en el centro,
  • tener la valentía de invertir las mejores energías con creatividad y responsabilidad, y
  • tener la valentía de formar personas disponibles que se pongan al servicio de la comunidad.

En un momento en el que ya se anticipaban muchas fragilidades, el Papa ni siquiera podía imaginar que una pandemia lo cambiaría todo y haría más urgente todavía la necesidad de una alianza educativa.



La educación es cosa de todos, por eso, debemos trabajar juntos, en red, para su transformación y mejora, y teniendo en cuenta que un pacto no puede imponer sino ofrecer caminos y detallar metas compartidas. En este trabajo en red no podemos obviar la voz de los niños y jóvenes, especialmente los más vulnerables, excluidos muchas veces de la formación. En este sentido, el Celam insta a los gobiernos de la región a unir esfuerzos para acortar las brechas sociales y digitales.

Volver a las fuentes

Cuando se cumplen 60 años del inicio del Concilio Vaticano II, es un buen momento para volver a las fuentes: “Todos los hombres, de cualquier raza, condición y edad, por poseer la dignidad de persona, tienen derecho inalienable a una educación que responda al propio fin, al propio carácter, al diferente sexo, y acomodada a la cultura y a las tradiciones patrias, y al mismo tiempo, abierta a las relaciones fraternas con otros pueblos, para fomentar en la tierra la unidad verdadera y la paz” (Declaración sobre la Educación Cristiana de la Juventud. Octubre, 1965).

Tradición y novedad para ahondar en la voluntad del Santo Padre de ‘aggiornar’ la educación, convertirla en el camino que nos permita desplegar en la sociedad una ecología integral y la fraternidad universal.

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